Mientras revisaba el centro penitenciario de nivel 1 para presos y/o presas no peligrosos/ as de Germersheim cuando me recogen en un helicóptero de transporte clase Focke-Wulf Fw 100.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Allí hablo con la piloto elfa la cual me habla primero:
- Bienvenido presidente Andrópov. ¿Qué tal se encuentra?
- Bien, señorita Níniel. - digo sonriendo. - ¿Qué tal se encuentra?
- Bastante bien. La verdad me costó acostumbrarme a los mandos del helicóptero pero ahora es mi mejor amigo ja ja.
- Está bien. Y ¿cómo llevas el tema de la magia?
- Pues bien. El helicóptero lo he recubierto de una leve capa de magia para protegerlo de ataques de animales salvajes o bandidos. Además de los escudos de energía ya agregados al helicóptero.
- Concuerdo que es una gran idea. - digo serio. - ¿Cuánto falta para Ciudad Rondel?
- Apenas faltan 20 minutos para llegar. Tenga en cuenta que a pesar de nuestros motores tardamos en llegar una determinada cantidad de tiempo.
- Tiene sentido. ¿Hay tropas llegando a la zona? - pregunto serio.
- Por lo que sé del anuncio una pequeña porción de 200.000 tropas con blindados y demás han llegado. Es lo que sé por los anuncios militares de la ciudad.
- Ah es cierto. Los anuncios militares donde se explican los avances y las misiones a realizar. Sí que fue una buena idea al final. - digo mientras pienso: excepto las más peligrosas o secretas. - ¿Qué tal tus padres?
- Bien. Mi padre se siente útil a la hora de trabajar en las enormes granjas de animales y cultivos como el trigo o la patata. Aunque la verdad es que se está haciendo mayor y me preocupa.
- Tranquila por él. En el momento que ya no sea necesario su trabajo o esté demasiado mayor se le enviará a una residencia con más gente de su edad. ¿Y tu madre?
- Está en la escuela de cocina. Enseña a preparar recetas élficas de manera artesanal .
- Me alegro. Ya saben los dos sobre las residencias ¿no?
- Sí señor Andrópov. Pero aún quieren trabajar. Ya llevan 200 años vivos pero siguen queriendo trabajar.
- Y tú apenas 20 años, ja ja.
Terminamos la conversación y continuamos el resto del camino callados. Yo comprobaba el rifle de francotirador que llevaba encima.
Sus disparos eran de plasma y podía pasar del modo un disparo al modo semi automático. Me encantaba usarlo contra terroristas y las cosas enemigas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
