Tasks -Theodore Nott ✓

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  Todavía no podía escribir al día siguiente. Theodore fue a ver a Madame Pomfrey cuando el dolor seguía siendo tan intenso como ayer y ella se ofreció a sacarlo de clase nuevamente. Esta vez, lo negó y lo tragó.

  Una de las peores decisiones que ha tomado.

  Todavía no podía sostener su varita (lo intentó con la mano izquierda, el hechizo salió muy mal) y no podía tomar notas pero podía mirar.

  También fue una excusa para acercarse a Devon. Tenía una misión, tenía que recordar eso. Esta chica, ella sabe algo. Hay un secreto que es tan especial que incluso el Señor Oscuro se ha interesado. Eso aterrorizó a Theodore más de lo que jamás admitiría.

  —Es tan amable de tu parte hacer esto, ¿cómo podría devolverte el dinero?— Devon ayudó a escribir algunos de sus trabajos. Su mano escribiendo lo que él dijo para terminar la lección sobre el cambio de color de las cejas.

  Se echó el pelo hacia atrás, con una suave sonrisa en los labios.— No tienes que hacerlo. Lo creas o no, disfruto estar cerca de ti. Eres diferente del otro grupo de Slytherin en nuestro año. Eres más amable.

  —No lo soy, solo tenemos diferentes capas de armadura.— Puede que haya sonado como si Theodore los estuviera defendiendo, pero en realidad no lo estaba. Los únicos que le importaban eran Draco y algo Blaise. El resto podría morir y no le importaría demasiado. No era como si alguna vez les hubiera hablado.

  —Eres amable conmigo, eso es más que la mayoría de la gente. Como probablemente puedas ver, no soy la primera opción de nadie.

  Las palabras se le escaparon de la boca, antes de que se diera cuenta de qué era y cómo se sentía realmente al respecto. Se dijo a sí mismo que no lo decía en serio, pero sabía que las palabras eran ciertas.— Eres mi primera opción.

  No debería haberse encariñado.

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  Theodore no sabía por qué Demetria seguía tratando de hablar con él. Tal vez después del incidente, pensó que le debía gustar que él fuera un niño pequeño que necesitaba protección. Dejó de ser un niño hace mucho tiempo, no necesitaba ser vigilado por alguien de doce años.

  La chica era dulce, pero Theodore sabía que había una razón por la que estaba en Slytherin. No te clasifican en Slytherin por ser dulce y tener un buen corazón, te clasifican por quién eres y quién quieres ser.Ella todavía era una Slytherin y Theodore no era tan estúpido como para confiar en uno de los suyos.

  —Mira, no sé por qué crees que es tu responsabilidad asegurarte de que estoy bien. Estoy bien, así que vete a la mierda. No te quiero cerca de mí.— Demetria se puso de pie, casi aturdida mientras se sentaba a su lado, manteniéndose a una distancia respetuosa, pero no de una manera fría.

  —Eso es mentira. Estás solo, a nadie le gusta estar solo.— Theodore mantuvo la boca cerrada. Estaba cansado, no quería discutir. Además, no tenía ni idea de cuán terca es realmente Demetria, así que es mejor prevenir que curar.— A mi hermana le gustas, honestamente estoy tratando de averiguar por qué. Siempre me has parecido un idiota.

  —Tampoco sé por qué. Devon es la persona más agradable que he conocido. Es diferente, es increíble.

  —¿Estás diciendo que no lo soy?— Demetria esbozó una sonrisa burlona mientras ponía los pies en la mesa de café.

  Theodore pudo ver las similitudes entre las hermanas. No había muchas, pero estaban allí. Ambas tenían esta chispa de ira en sus ojos, Devon era mejor para ocultarla. Demetria lo dejaría escapar como un cañón suelto. Theodore la había visto hacerlo antes. En algún momento durante su primer año en el Gran Salón. Un Slytherin estaba hablando de algo, lo siguiente que nadie supo fue que había sangre por todas partes ya que esta pequeña niña de primer año tenía que ser retenida desde el cuarto año.

  —¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana?

  —¿Qué?

  Esto no está sucediendo. No estoy preparado para esto. Por qué.

  Theodore prefería pasar un día con el Señor Oscuro que tener esta conversación con la hermana pequeña de Devon.

  —Tus intenciones. Con mi hermana.

  —Uh, me gusta. Ella es agradable. Y me gusta.

  —Te daré una oportunidad, pero te vigilaré.