Born for this

Capítulo 4

Esperando el tiempo para pasar

Espero que los vientos del cambio cambien de opinión

Podría darte mil razones por las que

Y te conozco, y tienes que hacerlo

Hágalo por su cuenta, pero no tenemos que crecer

Podemos permanecer para siempre

jóvenesViviendo en mi sofá, bebiendo ron y cola

Debajo del sol naciente

Podría dar mil razones por las

quePero te vas, y lo sabes

Cuatro años, cuatro años habían pasado desde que los pequeños Bakugo y Midoriya se enteraron de su "condición", que eran parte de un ya no tan pequeño sector de la población que no contaba con un quirk, durante ese tiempo las burlas y el maltrato que recibían tanto el peliverde como el rubio no se habían detenido de echo aumentaron desde que todos en la escuela se enteraron de que no tenían particularidad, a tal punto que se tenían que esconder en los recesos para que no terminaran metidos en una pelea sobre todo por parte de Katsuki quien le decía a su amigo peliverde que de alguna forma tenía que entrenar sus "conocimientos", ¿a qué se refería con esto? Pues resulta que sus padres hartos de ver como los profesores no hacían nada por detener a sus abusadores y los padres de estos tampoco recriminaban a sus hijos por sus acciones, decidieron meter a sus hijos en clases de artes marciales en línea, tenían algo de temor de que si los metían en un curso presencial el resultado sería el mismo que en su escuela pero aun así sus pequeños ponían todo su esfuerzo en su nuevo entrenamiento practicando entre ellos y pidiéndoles a sus padres que les compraran las cosas que necesitaban, todavía tenían mucho que aprender pero después de tres años de práctica y práctica, orgullosamente ya podían defenderse, Katsuki se sentía muy orgulloso de sí mismo al igual que de Izuku, que aunque no le gustaba la violencia sabía que cubría su espalda.

El fanatismo de Katsuki hacia los héroes comenzó a bajar, trataba de centrarse en la escuela y en aprender nuevas cosas, buscaba algo que pudiera hacer y que no requiera del uso de quirks a pesar de su corta edad el pequeño Bakugo comenzó a ser realista con su vida y poco a poco aceptaba la idea de vivir una vida simple y normal, sin estar relacionado con los héroes o sucesos que los involucraran, no estaba tan mal, gracias a eso descubrió que tenía buenas habilidades culinarias, bastardo con manos de oro, así le llamaba su madre desde que vio que su hijo podía prepararse su propio almuerzo ya con ocho años de edad; Katsuki trato que Izuku comenzara a aprender como cocinar junto a él, pero termino en desastre no le tomo al rubio más de cuatro clases darse cuenta de que su amigo era un peligro para la cocina pero no se rindió y siguió enseñándole hasta que al menos se pudiera preparar un huevo hervido con verduras y arroz de manera decente, tardo meses pero lo logro y aún seguía enseñándole; El ojirubie comenzó a tratar con menos agresividad a su amigo peliverde conforme pasaban los años, comenzando con pequeñas cosas como gritarle menos fuerte y dejar de insultarlo cada que lo llamaba, era una buena forma de demostrar cuanto le importaba su mejor y único amigo, se mantenía al lado del peliverde casi todo el tiempo, sus padre decían que si seguía así de apegado a Izuku mandarían a hacer una solicitud de adopción, recibiendo como respuesta un grito del menor de los Bakugo's; Aun después de todo lo el acoso escolar que recibía y su sueño destruido de ser un héroe, Katsuki se estaba levantando conforme pasaban los años, el rubio sabía que sería una mentira decir que no le afectaba su falta de quirk, todavía no lo superaba del todo el no tener algo con lo que casi todos nacen le dejaba un sentimiento de vacío, como si algo le faltara o le hubieran quitado algo, pero no pensaba deprimirse por eso, ese no sería él, prefería ocuparse en otras cosas para demostrar que con o sin quirk seguía siendo mejor que todos los niños de su salón... bueno, todos menos Izuku, él peliverde podía ser igual de bueno que él, se lo permitiría.