M.I.A

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[Dos años después]

- ¡Sean bienvenidos todos al Menú de los Dioses! - exclamaba el joven multimillonario Yang Jeongin, quien era sobrepasado en tamaño por su ostentoso tapado.

Los invitados - elegantemente vestidos para la velada en la mansión Yang - aplaudían cada una de las palabras que el muchacho de escasos veinte años decía. A su lado permanecían sus fieles guardaespaldas: Christopher y Changbin.

- Señor, lo felicito... - dijo Changbin. - Esta cena es un éxito. - Christopher adhiere.

- Yo tengo grandes ideas, Changbin hyung. - contesta. - Todos están interesados en mi dinero, por lo que iban a acceder si o si... De todas formas, tengo fe en que podremos encontrar alguien decente para establecer negocios.

- De todas formas, Señor, ¿no le preocupa que alguien pueda...? Ya sabe a lo que me refiero... - dice Christopher.

- ¿Hablas de M.I.A? - el guardaespaldas de acento australiano asiente. - Hyung, me sorprende que dudes de mi inteligencia... ¿Acaso creíste que iba a dejar un diamante así sin custodia?

M.I.A, el preciado diamante que la familia Yang había poseído por generaciones, se encontraba en el tercer piso de la mansión siendo custodiado por Minho, el guardaespaldas más sigiloso y habilidoso que Jeongin contrató jamás.

- ¿Minho? - Jeongin asiente. - Entendido, Señor. No lo volveré a cuestionar...

- Yubin-ah, todavía no entiendo como planeas que entremos aquí

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- Yubin-ah, todavía no entiendo como planeas que entremos aquí... - dice Jimin mientras pasa sus manos sobre su cabello (ahora teñido de rubio).

- Tú calla y aprende. - le guiña un ojo y, luego de arreglar su traje y cabello color azul, acerca a una muchacha de baja estatura.

Luego de un par de risas por parte de Yubin, la muchacha vuelve con una mueca de satisfacción.

- Esa chica de allá agregó nuestros nombres a la lista... - dice mientras apunta a la muchacha rubia de vestido negro ajustado. - Eso sí, estarás sólo cariño porque la condición es que pase la cena con ella. - se encoge de hombros.

- ¡Yah! ¿Y cómo pretendes que lo haga sólo? ¿No puedes tomar una copita y desaparecer luego?

- ¿Y decepcionar a esa pobre y hermosa chica? ¡No soy capaz de hacerlo! - ríe - Tranquilo, lo averiguarás. Después de todo me lo debes teniendo en cuenta cómo te salvé el culo hace un tiempo... - hace referencia al incidente con Suga. - Si no hubiese llegado a buscarte, ese tipo y sus matones te hubiesen dejado como un colador...

- Bien, bien... Pero con esto es suficiente, eh. - Yubin asiente.

- Entonces nos vemos a la salida, yo ya me voy con esa preciosura... - dice. Pronto se aleja y deja a Jimin completamente sólo.

- Al final de todo sólo cuento conmigo mismo. - suspira. - Pero debo conseguir ayuda de alguna forma, porque el mocoso ese no dejaría algo así descuidado jamás...

- ¿Y era necesario el traje? - pregunta Suga a alguien por teléfono mientras baja de un elegante auto que alquiló para la ocasión

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- ¿Y era necesario el traje? - pregunta Suga a alguien por teléfono mientras baja de un elegante auto que alquiló para la ocasión.

- Te dije que si, Suga... - dice Kyungsoo desde el otro lado. - Se supone que eres Lee Jihoon, un multimillonario que desea hacer negocios con Yang Jeongin. ¡Tienes que usar traje porque eso es lo que él usaría!

- Ok, pero...

- ¡DEJA YA DE QUEJARTE Y ENTRA A LA MALDITA CENA! - le grita. Kyungsoo no era alguien de mucha paciencia.

- ¡Yah! Me gritas una vez más y esto se acaba, D.O... - amenaza. - Luego te hablo.

Suga estaba abotonando correctamente su saco mientras ve ingresar a mucha gente, entre ellos un muchacho de cabello rubio que parecía dubitar a cada paso.

- Espero que para ese entonces tengas el diamante de los Yang...

- Adiós, Kyungsoo... - le corta ya harto de escuchar su voz.

El muchacho camina hacia la entrada de la mansión y forma pacientemente la fila que lo llevaría a ingresar al recinto.

- Lee Jihoon... - le dice al guardia en la entrada.

El hombre revisa la lista y tacha algo.

- Bienvenido, señor Lee. Espero disfrute la velada...

Suga da las gracias y se aventura en el gran salón plagado de gente rica elegantemente vestida. Aquello era un desfile de riqueza y despilfarro.

- Esta gente sí que sabe gastar dinero... - ríe para si mismo observando las mesas repletas de decenas de platillos y postres diferentes. - No me haría nada mal disfrutar un poco antes de hacer lo que tengo que hacer, ¿no?

Se aproxima a una de las mesas del centro del salón a tomar algunos de los sandwiches que estaban servidos. Cuando toma lo que iba a comer, voltea mirando hacia sus pies chocándose con un cuerpo.

- Un gusto volverte a ver, Suga... - esa voz. - ¿Acaso estás más bajo?

Mr. Yang's diamond #2 [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora