- Debo admitir que para ser un mocoso inútil tienes muy buenas ideas, Baby J. - reconoce Suga.
Jimin era bastante ingenioso.
- ¿Debo recordarte como no pudiste matarme hace un tiempo atrás? Literalmente estaba entre caer varios pisos o recibir un balazo y aún así fallaste.
- Yah~ ¿No decías tú que había que dejar el pasado atrás? - Jimin rueda los ojos.
Un par de minutos después y con sumo cuidado vuelven a subir la escalera al tercer piso. No había señales de Minho ya que este se encontraba en el cuarto donde se alojaba el diamante.
Empezaron a susurrar.
- Ahora le daré la señal a mi socia para que... ¿Eso es un gatito? - pregunta Jimin al escuchar un lastimero maullido en algún lugar.
Minho abre la puerta, haciendo que Suga tome a Jimin de un brazo para esconderse en alguno de esos otros cuartos.
El espacio era bastante pequeño para ambos, por lo que estaban - demasiado- pegados. Con sus respiraciones casi chocando, logran agacharse para que uno de los dos observe por la cerradura los movimientos del guardaespaldas.
- ¿Qué hace ese tipo? - susurra Suga.
- No lo sé, Sugar... No estoy viendo nada. - dice con obviedad.
- Se está... ¿yendo? - relata.
- Qué extraño. - murmura. - Pero debemos aprovechar... ¡Es ahora o nunca, Sugar!
Cuando Minho se esfumó del tercer piso, Jimin abre la puerta y corre hacia el cuarto en el que el guardaespaldas se escondía. Suga lo sigue de cerca.
- ¡Woah! ¿Sabés el gran anillo que haría con esto? - ríe mientras Suga lo toma con sumo cuidado y lo guarda en una bolsita de terciopelo rojo que cargaba en su bolsillo.
- No tan rápido, Baby J. - dice. - El premio se divide...
- Claro, Sugar... - el matón guarda la valiosa pieza en su bolsillo y escapan de la habitación con sigilo.
Ambos mentían. Ninguno planeaba compartir el valor del diamante de los Yang con el otro, simplemente se estaban usando como estrategia y, en todo caso, pieza sacrificable.
Al volver al segundo piso los maullidos se iban intensificando, por lo que Jimin se apoya en la puerta del baño en el que habían estado antes y toma a Suga de la corbata para acercarlo peligrosamente a su cara. En ese momento Minho subía las escaleras con un pequeño gatito asustado y aferrado a su pecho, maullando.
¿Había ido a buscar al gatito? ¿Ese guardia descuidó un diamante de millones de dólares perteneciente a uno de los clanes más antiguos en Corea del sur por un... gatito?
Debe amarlos mucho.
Cuando lograron ver a Minho, Suga es atrapado en un apasionado beso por el que había intentado asesinar antes. Al principio se tensó, no había entendido la estrategia, pero luego comprendió que a los ojos del guardia ellos eran...
... esposos.
El muchacho era muy ingenioso, no sé cansaría de repetirlo.
Suga apoya sus una mano en la puerta tras la espalda de Jimin y posa la otra en su mejilla, dándole más realismo al beso.
- ¡Oh! - pronuncia Minho, sorprendido. - Disculpen, por favor... - Jimin y Suga se separan. El guardia hace una gran reverencia.
- No hay problema, ¿no, cariño?... - tranquiliza Jimin, inocente. Sus labios estaban algo rojizos.
- Para nada. - dice, atrayendo a Jimin por los hombros. El otro apoya una mano en el pecho de Suga y la otra en su espalda baja. - Ahora sí, nos vamos... Disculpe la escena, señor.
Así como estaban se dirigen ambos al primer piso.
Pronto ya estaban ambos camino a la salida de la Mansión, ya que al ser vistos repetidas veces cerca de la escena del crimen serían los principales sospechosos. El camino, sin embargo, fue muy ajetreado ya que se chocaron a un grupo de chicas entre las que se destacaban una exuberante rubia de vestido negro y pequeña cintura, abrazada a una mujer mirada seria vestida de traje negro y con cabello azul.
- Por fin estamos afuera... murmura Suga mirando hacia la calle. Ambos estaban ya a unas cuantas cuadras de distancia - Esa fiesta parecía eterna.
Con una mano Suga afloja su corbata y los botones de su camisa mientras con la otra tantea por encima el bolsillo donde había guardado el diamante, sin encontrar nada.
Voltea rápidamente temiendo una desgracia, confirmando su más reciente teoría.
Jimin no estaba y en efecto, lo había traicionado.
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Mr. Yang's diamond #2 [Yoonmin]
Fanfiction[𝙎𝙞𝙣𝙤𝙥𝙨𝙞𝙨] El escurridizo ladrón Park Jimin se reencuentra con Suga, quien antes fue contratado para matarlo, en la fiesta de un joven multimillonario. ¿Qué pasará cuando se enteren que ambos desean lo mismo del Sr. Yang? →𝙎𝙚𝙘𝙪𝙚𝙡𝙖 𝙙�...