Capítulo 1

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LA LLEGADA DEL ACREEDOR

Esta historia comienza con Ruben, quien debía haber sido parte de una familia feliz, o al menor, eso era lo que él creía que se merecía.

Sin embargo, su vida cambio por completo cuando de pequeño sufrió un terrible accidente automovilístico que le arrebato a sus padres. En ese entonces, todo parecía apuntar a que viviría solo para siempre.

Para su fortuna, uno de sus tíos lo acogió, pero su vida no tuvo mejoras, pues, considerando el estado en el que se hallaba y aparte, el estado de su tío enfermo, no había día en que no se tuvieran que preocupar por no tener ni un centavo en los bolsillos.

Ruben Doblas siempre se había caracterizado por ser optimista, y ante tal situación, se vio obligado a trabajar desde muy pequeño.

Cuando llego a la mayoría de edad, siguió trabajando, pero mucho mas duro. Habia aceptado varios trabajos al mismo tiempo, tenia la firme intención de ayudar a su tio a salir adelante. Él le echaba muchas ganas, a pesar de que cualquiera que estuviera en su posición habría colapsado de inmediato.

Ruben tenia la responsabilidad de toda su familia, pero eso no lo desanimaba, mas bien lo alentaba a seguir adelante.

Al fin las cosas parecían marchar bien. Aquel día, Ruben Doblas estaba a punto de cobrar todos sus honorarios, los cuales eran necesarios para poder pagar la próxima cirugía de su tío. Una vez que la cuenta del hospital fuera cubierta, su tío podría ser intervenido quirúrgicamente.

Después de salir de su ultimo trabajo, regreso muy feliz a casa en su bicicleta.

Nunca antes se había sentido tan orgulloso.

El viento soplaba sobre su rostro y el cabello le acariciaba las mejillas. Las comisuras de sus labios se estiraron para formar una encantadora sonrisa y los ojos le comenzaron a brillar bajo aquel día soleado.

Ya había tomado una decisión.

Tan pronto como su tío se recuperara, se dedicaría a encontrar un trabajo que realmente le gustara, haría mas amigos, mejoraría su estilo de vida y finalmente aprendería algo nuevo. De esa manera, podría mejorar su condición para el futuro.

Finalmente, la chica llego al edificio donde vivía, el cual se encontraba en una calle vieja. Los apartamentos solían estar habitados por personas mayores o por gente que no podía permitirse alquilar apartamentos mas caros en las zonas residenciales de la ciudad.

Mientras tanto, Ruben estaba aparcando su bicicleta cuando de pronto vio un lujoso auto estacionado en una de esas viejas calles. Él ebrio los ojos de la sorpresa por aquel auto que era algo inimaginable para él, ni que trabajar todos los días de su vida sin descansar. Pero, ¿Por que estaba ahí un vehículo tan lujoso?

Al no encontrar una respuesta, frunció el ceño y se dispuso a subir las escaleras.

En su interior, sentía un mal presentimiento al respecto, y al parecer, tenia razón, pues al momento en que abrió la puerta de su apartamento, fue recibida por su escuálidos tío arrodillado en el suelo y suplicándole a un hombre que se hallaba frente a él. Sus palabras se escuchaban llenas de desesperación y dolor, y sus ojos le brillaban con un miedo indescriptible.

"Señor de Luque, por favor, deme mas tiempo. Yo le devolveré el dinero"

Ruben soltó un suspiro, '¿Devolver el dinero?'

Su familia debía algo de dinero, pero por lo que ella sabia, solo le habían pedido a algunos de sus familiares.

Aunque ya se lo habían estado pidiendo, estaba seguro que ellos no enviarían a nadie para amedrentarlos. Además, sus parientes eran personas muy razonables.

Entonces él volteo a ver al hombre sentado en el sofá.

Estaba cien por ciento segura de que nunca antes lo había visto.

¡Se veía muy joven y muy apuesto!

De hecho, era mucho mas guapo que algunos actores y celebridades de las películas. Había algo en él que no daba la sensación de ser buena persona independientemente de que, sin duda, era muy atractivo.

Ruben se quedo helado y apretó sus dedos contra sus palmas.

El hombre, por su parte, estaba sentado en la habitación con indiferencia, y sus ojos negros se veían muy serios, lo que menos le importaba era la suplica del hombre arrodillado, de hecho, ¡Ni siquiera lo estaba mirando!

"Señor de Luque, le suplico, por favor", su tío seguía rogando.

Ruben se quedo paralizado ante la escena.

El hombre joven simplemente se rio con desdén al escuchar a su tío. Entonces, sus labios se elevaron levemente y agito la mano a sus subordinados, "Si no puede devolver el dinero, córtale la mano".

Al escuchar la orden del hombre, un subordinado suyo, alto y fuerte, vestido de negro, inmediatamente dio un paso adelante y saco una daga que a simple vista parecía pequeña.

Al ver lo que estaba a punto de hacer, Ruben recobro los sentidos, así que corrió a la habitación y grito:

"¡Deténganse! En esta casa estamos protegidos por la ley. ¿Acaso no temen ir a la cárcel?"

A pesar de que temblaba, el castaño logro empujar al hombre del traje negro hacia atrás.

Tenia miedo de que su tío empeorara después de tales acontecimientos.

A pesar de que tenia mucho miedo, debía ser valiente para poder defender a su familia. En esos momento, Ruben estaba dispuesto a arriesgarlo todo.

"¿Cuanto es lo que debe?", Ruben les exigió saberlo.

El hombre joven levanto las cejas bastante sorprendido. No se esperaba que alguien irrumpiera de repente.

Luego de que lo examinara cuidadosamente, dijo con sarcasmo:

"Debe mucho dinero en mi casino. Me temo que no podrás cubrir esa cantidad".

Sin decir ni una palabra y tratando de contener su enfado, Ruben saco su libreta de ahorros, que contenía todo el dinero que había ahorrado para el tratamiento de su tío. Entonces, se la aventó.

"Aquí hay algo de dinero. Vea su es suficiente para saldar la deuda"

Aunque no estaba segura de lo que estaba pasando, sabia que, por lo que se pudo dar cuenta, su tío debía mucho dinero.

Podía posponer su cirugía, porque si no saldaba aquella deuda en ese momento, su tío podría perder la mano en unos instantes.

El hombre joven sonrió al tomar la libreta de ahorros.

Entonces comenzó a observar a Ruben detenidamente.

No pudo evitar sorprenderse al notar las agallas que tenia.

Ya había visto a varias mujeres como hombres hermosas en su trabajo. De hecho, no le hacían falta, pero había algo en Ruben que le llamaba la atención.

De pronto, comenzó a mirarlo con inusual interés, pues se dio cuenta de que quizá estaba muerto de miedo, ya que se le veía nerviosos y las manos le temblaban, sin embargo, el afán de proteger a su tío le había llevado a superar el terror que experimentaba.

Era algo interesante.

Así que cerro la libreta de ahorros y le indico a su subordinado que retrocediera.

El hombre de negro volvió a colocarse detrás de  él.

"¿Oye, porque no le preguntas a tu tío?¿Con este dinero basta?"

Su voz era sorprendentemente agradable para los oídos de cualquiera.

Antes de voltear a ver a su tío. Ruben se quedo viendo al hombre.

Parecía que llevaba las de perder.

No entendía porque su tío jugaba tanto, especialmente en su estado.

"¡Tío!", él grito.

Roberto Doblas comenzó a temblar al escuchar el grito, pues no se atrevía a mirar  la cara de su sobrino.

Se sentía como un bueno para nada. Aunque él era quien estaba a cargo de Ruben, se podía decir que él era el que lo cuidaba a él.

✟EL AMOR EQUIVOCADO✟ - RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora