Cómo Puedo Saberlo? [Kubokai]

15 - ¿Es tu suegra acaso?

Aren

El celular resonaba por toda la habitación, me levanté casi saltando, pues mi reflejos son "buenos", rápidamente reviso su celular, era una llamada, contesto.

—aló?— somnoliento respondi.

Sonaba alegre,—¡Hola aren!, Perdón si te desperté.

—no te preocupes, ¿Que pasa?

—¿Ya decidiste que harás?

Pensé en mi respuesta,—si

Me dedique a contarle lo que tenía planeado, el solo respondía "ugh" "¿Porque?" "¿Ah?", Pues al parecer no le gustaba mi idea.

Se queda pensando,—esta bien, pero dile a ese plebeyo que de comporte.— y así saiko corto la llamada.

Me levanté de la cama, me duche y me arregle, me puse los lentes, lamentablemente aún tengo el yeso en el pie, puedo caminar bien, pero aún se me hace un poco incómodo.

Baje la escaleras lo mejor que pude, mi madre ya había preparado el desayuno, me dijo que tenga cuidado cuando salga, ella no sabe que yo era un líder de pandilla, literalmente se cuidarme, y mucho.

Salí de la casa, le dije a mi madre que me llevará a un lugar, pues aprovecho que tengo el yeso para no ir caminando, y ella siempre acepta, a la hora que sea.

Me llevo allá, en el camino me hizo muchas preguntas como "¿Que vas a hacer allá?" "¿El te invito?" " Pórtate bien", realmente la quiero se preocupa por mi.

Me dejó en su casa, toque la puerta varias veces hasta que salio su hermana, que raro, nunca la había visto.

—¿Que quieres?,— me dijo mientras mastica un chicle.

Le sonreí,— vine por kaido, ¿Se encuentra?.

Me mira de arriba a abajo,—¿Eres su amigó?

—si,— le sonrió.

—que bueno, ya estaba pensando que era un antisocial,— se aparta de la puerta.— adelante.

Pase por la puerta, al entra estaba un poco vacío.

—¿y tu mamá?— le pregunto a al hermana de kaido.

Ella cierra la puerta,—¿No viniste por Kaido?

—bueno si

Se sienta en la mesa,—entonces, ¿Porqué preguntas por mi mamá?

—para saber cómo está,— le sonrió.

—¿Es tu suegra acaso?— se ríe.

Me tapo la cara,— b-bueno, yo, creo, no lo diría así, lo q-que pasa es que, no lo sé.

—kaido está arriba, mi mamá está bien, y puedes quitarte las manos de la cara,— se va a su habitación.

Subo las escaleras, camino por el pasillo mirando los recuadros pegados a la pared, está la familia de Kaido en una, mi madre, su hermana, su hermanito y el.

Tocó la puerta, se escucha un "pasa", abro la puerta y entró, Kaido está en su espejo arreglándose el cabello y hechando por todo tu cuerpo perfume, como tanto me gusta.

Kaido voltea,— h-hola aren, no sabía que venías, ¿Porque no me avisaste?

—queria que fuera sorpresa, ¡Tada!

—bueno, yo iba a ir a tu casa, pero la verdad no sabía dónde quedaba,— se ríe.

—eso ya no importa, vine a buscarte.

—eso ya lo sabía, dah

—pero..

Me interrumpe,—¿Porque pero?, ¿Que paso?, ¿Ya no vamos a ir?.

Me río,—no, no es eso

—uff, menos mal,— se pasa la mano por la cara.

—saiko nos vendrá a buscar.

—es muy considerado de su parte, no me quería ir caminando.

Asiento con la cabeza,— además, el vendrá con nosotros.

Kaido deja de sonreír,— ah.

Me rasco la nuca,— sería una salida de tres, ya que los dos son culpables de mi yeso, jeje,— que incómodo.

Se ríe,— si, está bien, supongo, vamos para abajo.

Salimos de la habitación y bajamos, allí aún se encontraba su hermana, nos sentamos en el sofá, esperando a que saiko venga en su carro, en ese tiempo estuvimos hablando Kaidou, su hermana y yo.

Se escucha un carro afuera de la casa, ¿Cómo saiko sabe que kaidou vive aquí?, Yo le dije, era obvio, sino ¿Cómo vendría?

Nos despedimos de su hermana, salimos de la casa, y allí de encontraba una limosina, era negra con detalles dorados, realmente saiko lo había cambiado nada de nada.

Kaido me ayudó a subir, así que me encuentro sentando en la parte más atrás, al lado de kaidou, saiko al ver esto se sienta al lado de mi, y yo quedo en el medio.

Saiko me da la mano y la besa,— aren, que bueno que viniste.— me guiña un ojo.

Me pongo nervioso,— i-igualmente, si, asi es.

Saiko mira a Kaidou,— hola, tu.

—¡Tengo nombre!,— le dice casi gritando a saiko.

—¿Y cuál es?

Me meto,— se llama Kaidou, Kaidou saluda a saiko, y saiko saluda a Kaido.— miro a Kaido y le sonrió, saiko al ver eso volteo su vista a la ventana.

En camino fue un poco silencioso, más no tan incómodo, si había un poco de tensión, pero era agrado, bueno para mi, estar aquí con ellos dos, es mi felicidad.

El auto se detuvo en la entrada de un centro comercial,— ¿Que hacemos aquí Saiko?.

Me mira y sonríe,— de compras.

—¿No íbamos a un lugar?

Se baja del auto,— si, pero con esa ropa no los van a dejar entrar ni para el bañó.— se rie.

Me ayudan a bajarme del auto,— pero,— miro mi ropa de pie a cabeza.— este pantalón y está camisa están perfecta.

Kaidou baja también,— lo mismo digo.

Saiko fulmina con la mirada a Kaidou,— si, pero, es un lugar muy elegante, y como dije anteriormente, no los dejarán pasar así.

Me quedo pensando,— Saiko..— el voltea a verme,— b-bueno, yo pensé que iríamos a un lugar más casual, y ¿Sabes?, No traje dinero, diría que se me olvidó.

Salió se ríe arrogante,— no te preocupes aren, yo pagare todo.

Kaido lo abraza, — ¡Saikooo!, Yo pensé que eras una mala persona, ¡Gracias!, ¡Eres muy bueno!

Saiko pone cara asqueado,— ¿Gracias?— separa a Kaido casi empujándolo,— entremos de una vez, ¿Quieren?

—si, antes de eso.— le digo a saiko

Salió sonríe,— dime Aren

—se me quedo una cosa dentro del auto

Saiko se rasca la nuca,— se ha ido, vuelve ahorita, ¿Es muy importante?

Le sonrió,— no, no, para nada, pasemos de una vez.

Entramos al centro comercial.