XII

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~Chapter twelve: the promise~

...

Una Amelie de doce años miraba por la ventana de su habitación compartida. Era un día raramente soleado de otoño, y aunque soplara una ligera y fría brisa, a fuera hacia un tiempo bastante agradable.

La mayoría de los otros huérfanos estaban abajo, jugando y corriendo en los jardines, disfrutando de aquel buen tiempo.

- ¿Por qué no bajas con los demás? - la voz de su mejor amigo sonó a sus espaldas.

Amelie se giró para ver a aquel chico sonriente, de grandes ojos castaños.

- No me apetece,Will. - habló desanimada para volver a mirar las vistas desde la ventana, no miraba a los niños, miraba hacia las lejanas montañas que se alzaban más allá del orfanato, más allá del pueblo y más allá de todos los pocos sitios que había visitado.

- ¿Estás triste? - Se acercó sentándose junto a ella, observándola preocupado.

- Aquella mujer que vino hoy quería adoptarte. - habló triste la chica, cabizbaja.

- Pero al final no lo hizo, solo lo pensó. - aclaró él - No te preocupes no me voy a ir.

- Pero algún día lo harás, aunque no sea con ella, será con otra familia, y a mi también me adoptarán, nos separarán...-
Habló Amelie, abrazando sus rodillas
- Y no volveré a ver a mi mejor amigo.

Will se quedó pensativo por un tiempo, mirando a su amiga desanimado.

- Hagamos un trato: aunque alguna vez nos separen porque no nos quieran adoptar a los dos, nos volveremos a ver.

Amelie lo miró de reojo, sin poder evitar contagiarse por la sonrisa que ahora esbozaba su amigo.

- Y quedaremos y nos veremos cada día.

- ¿Cada día? - rió Amelie, ahora animada.

- Puede que no cada día, pero al menos cada fin de semana.

- ¿Lo prometes? - preguntó Amelie con voz tierna.

- Lo prometo. - Will se levantó de un pequeño salto y levantó su meñique.
Amelie sonrió y juntaron sus meñiques.

- Ahora, ¿vamos fuera?

- Está bien.

Bajaron las escaleras corriendo y dando saltos, haciendo que más de una cuidadora les regañara.
...

A veces Amelie pensaba que hubiera sido de ella si nunca la hubiera adoptado otra familia.

¿Su vida hubiera sido mejor?

Definitivamente.

Podría haber estado en ese momento con una verdadera familia, alguien que de verdad la quisiese, viviendo una vida normal.

Pero en cambio, en aquel momento estaba encerrada en el armario de un chico psicópata del que se creía estar enamorada, sin saber si le iba a pasar algo o simplemente ese sentimiento se alargaría, viviendo con la sensación de que su muerte estaba a la vuelta de la esquina.

Era curioso donde le había hecho parar el destino.

Pero, lo que no fue cosa del destino era Will.

Se dio cuenta de que él nunca cumplió su promesa, nunca la visitó, nunca la buscó.

La única persona que alguna vez había sido significante en su vida, la había traicionado.

Amelie estaba agotada.

In love with a psychopath ~Miles Fairchild~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora