VII

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~Chapter seven: "No"~

- ¿Me puedo volver a quedar en su habitación? - preguntó confusa cuando Miles volvía guiarla allí y la noche ya había caído en los terrenos de la mansión y empezaban los acontecimientos y ruidos extraños.

- Sí.

- Una pregunta, - se sentó en la cama y observó al rizado con solo una única tibia y débil luz de la lámpara que se encontraba en la mesita de noche.

-Veo que te gusta mucho preguntar. - suspiró el chico, sus ojos oscuros se pasearon por el cuerpo de Amelie de arriba a abajo y luego volvió a mirar por la ventana, donde las estrellas iluminaban débilmente los jardines y la luna se escondía detrás de las nubes.

- ¿También oye unos sollozos en la noche, joven Miles? - él volvió a mirarla y caminó hacia ella.

- Algunas veces. - respondió con sequedad, sin mucha importancia.

- Creo que son de Miss Grose. ¿Cree que Quint le haga algo?

Miles abrió la boca ligeramente para contestar y como si algo le hubiera impedido seguir, solo acepto vagamente con la cabeza.

Amelie quería arreglar eso. No sabía como, como deshacerse de aquel hombre.

Si él se iba, la mansión volvería a la normalidad, o al menos lo más normal que podía llegar a ser.

Suspiró sin hacer más preguntas. No sabía que rondaba en la mente de aquel chico ni quería presionarle a hablar del tema.

Se iba a tumbar cuando recordó su libro.

Leer le tranquilizaba, le despejaba la mente y luego le ayudaba a pensar con más claridad. También le gustaba leer la nota de Will antes de dormir y pensar en la posibilidad de que lo volvería a ver algún día.

- Joven Miles, ¿puedo ir a buscar mi libro? Siempre leo antes de dormir.

Miles giró la cabeza lentamente hacia ella.

- ¿Es el de la notita de ese amigo tuyo?

Asintió.

- ¿Por qué te importa tanto ese Will?

Amelie se quedó callada al notar el raro comportamiento del chico y soltó otro pequeño suspiro.

- Hace mucho tiempo que no lo veo, lo hecho de menos.

- ¿Te gusta?

- A que viene esa pregunta jove....

- ¡Contesta!

No sabía porqué, pero el corazón de Amelie empezó a agitarse un poco en su pecho. Miles la miraba con el ceño fruncido y los puños cerrados.

Guardando la extraña y incontrolable furia que siempre habitaba dentro de él.

La joven no sabía cómo reaccionar ante aquello.

- Iré a buscarlo... - cogió valor. No tenía porque temerle, aunque había razones que intentó pasar de largo. Antes de levantarse lo miró un par de segundos viéndolo en la misma postura sin reaccionar a sus palabras.

Y después bajó los pies al frío suelo de madera y caminó hacia la puerta con un ligero miedo y a la vez molestia en su interior.

La puerta chirrió al mover el pomo y cuando tuvo un pie afuera de la habitación la mano de Miles la volvió a estirar hacia adentro, con fuerza.

Agarraba el brazo de Amelie con la mano temblando de ira.

Lo miró a los ojos. No vio al chico que en algún momento había sentido confianza y comodidad, solo veía al monstruo que había dentro de él, carcomiéndolo por dentro.

In love with a psychopath ~Miles Fairchild~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora