Al salir de casa el invierno crudo me recibió, los dedos de los pies se me entumecieron. Miré al cielo y estaba brumoso y grisáceo. Ya no debía sorprenderme todos los días en Lakeville eran así, era muy raro cuando había días soleados y calurosos. Lakeville era el pueblo del invierno eterno.
Froté mis manos en busca de calor y enredé mi bufanda rosa en mi cuello. Se suponía que debía esperar a mis hermanos para ir a la preparatoria pero debía adelantarme para checar los preparativos del baile. Monté mi bicicleta y conduje hasta la preparatoria.
Al entrar había un mar de gente, muchos hablaban emocionados sobre el baile de invierno, otros se ponían al corriente de lo que habían hecho en su fin de semana y unos más soltaban uno que otro comentario sobre los rumores de los nuevos vecinos. Me encaminé hasta el auditorio donde ya se encontraba todo el comité estudiantil reunido.
—Francia, que bueno que llegas, habrá junta del comité de nuevo a las 12 y necesitamos que estés ahí ¿puedes?
Leah me miraba de manera suplicante, sabía que la pobrecilla tenía muchas tareas al ser parte del comité estudiantil, el club de debate y el de matemáticas. Me había estado cubriendo mientras terminaba mi periodo de exámenes.
—No te preocupes Leah—le sonreí amablemente—. Yo me haré cargo de eso, puedes tomarte el día libre.
—Mil gracias Francis me has salvado—su rostro dejaba ver lo aliviada que estaba.
Leah echó a correr para salir apurada del auditorio. Tom se acercó a mi y me entregó unos papeles y comencé a revisarlos.
—De la decoración se están encargando los de teatro, el club de cocina se está organizando para presentar su propuesta de bocadillos y el club de música ha confirmado su presentación en el baile—me puso al tanto Tom.
—¿Qué hay del club de fotografía? ¿Aún no confirman?—levanté mi vista de los papeles y mire a Tom.
Llevábamos meses rogándoles al club de fotografía su ayuda para el baile, pero como habían tenido una disputa con el club de teatro se negaban a participar.
—No—suspiró cansado y se dejó caer en la silla que estaba a un lado mío—. No sé qué haremos si no los logramos convencer—se quitó las gafas de pasta negra y se frotó el tabique de la nariz frustrado.
—No te preocupes—le sonreí ampliamente para calmarlo—. Lo lograremos, déjame eso a mi.
Me puse de pie y subí al escenario, los de teatro me mostraron la escenografía que tenían lista para el baile, era preciosa. Nuestra temática de este año sería amor invernal. Habían construido unos corazones gigantescos que parecían ser de hielo auténtico, los de teatro hacían magia. Di el visto bueno a la escenografía y los dejé montando el escenario y la decoración.
Una vez que terminé de darle el visto bueno a todos los preparativos salí del auditorio y me dirigí a mi casillero. Tomé los libros que iba a necesitar para la primera y segunda clase y me encaminé a los laboratorios de biología. Me senté junto a Minerva que tenía los ojos cerrados y los auriculares puestos, meneaba la cabeza al ritmo de la canción que escuchaba.
Me incliné un poco hacia ella y le retiré los audífonos. Sabía que eso le molestaba, pero debía hablar con ella.
—Mine ¿sabes algo de Sally? Durante todo el fin de semana no la vi y tampoco contesto los mensajes en el chat.
—No, tampoco habló conmigo, desde el viernes que salimos de historia no la volví a ver.
—¡Hey! Aquí está mi chica—Jona se nos unió y besó mi mejilla, Minerva rodó los ojos y se colocó los audífonos de nuevo—. Te estaba buscando desde hace rato.
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Pandemónium: Pride
Teen Fiction¿Qué pasa cuando el bien se enamora del mal y cae rendido ante el? ¿Te dejarías corromper el alma por el que crees que es el amor de tu vida? Se dice que el amor todo lo puede y Francia cree fielmente en esto, pero... ¿realmente es así? ¿Su amor p...