Capítulo 5

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Las cosas eran diferentes ahora, pero pese a los años la inquietud que me alberga el volver a casa no disminuia.
Debía recordar que no era la misma joven que se fue un día con el corazón roto. Y que hombre que estaba a mi lado dejó de ser mi amigo para convertirse nuevamente en un desconocido o simplemente siempre lo fue.
Aunque no me arrepientia de los errores, me habían traído tristezas, aprendizaje y lo más importante que tenía, mi hijo.
Santiago se había dormido apenas se sentó en el avión dejándome a mi y a su padre en un silencio incómodo. Al menos estábamos en un vuelo privado pero aún así Theo se sentó cerca de mi después de realizar llamadas desde que subimos.
-Lamento esto.-susurro dejando caer su cabeza hacia atrás cansado.- Santi es el que más debe pagar por esto.
-Pronto volvera a su normalidad ¿verdad?
-No lo sé aún.
-Pensé que tenías un plan.
- Lo primero es ponerlos a salvo, es lo único seguro que tengo ahora.-ante ello mi garganta se cerró.
No podía estar pasando de nuevo por ello, quizás si no tuviera a Santiago sería más fácil. Pero no lo era, no temia por mi, temia por el. Si no era capaz de protegerlo en que me convertiría, trate de respirar profundo para quitar mis ganas de llorar mirando por la ventanilla.
Esperando que esa paleta de colores del cielo sirviera para tranquilizarme. Hasta que sentí su mano tomar la mía, y aunque quise salir de su agarre no lo hice, necesita de alguna manera su contacto.
-No permitiré que les pase nada.
-No puedes asegurarlo.-le mire encontrandome con una mirada oscura. Pero había algo más detrás y por un momento me recordó al Theo que solía conocer, el niño que con sólo una palabra lograba cambiaba todo en mi.
- Haré lo necesario para evitar que algo le suceda, Santiago también en lo más importante que tengo.-soltando mi mano me tendió una manta.-descansa un poco, estarás mejor cuando lleguemos.
Después de aquella charla no volvimos hablar. Desde que habíamos bajado del avión unos autos nos esperaban para llevarnos a la casa. Aunque me sería incómoda ante tanta seguridad era lo mejor. Santiago no dijo nada, se mantuvo en su mundo jugando en su celular lo cual era bueno.
Si el despliegue de nuestra llegada fue demasiado al llegar a la casa de mi padre lo fue aún más. Theo se limitó a estar con nosotros hasta que entramos a la casa para desaparecer al despacho que fue de mi padre.
-mi niña que bueno verlos de nuevo. -nos recibió Mirna dándome un abrazo.
-gracias, pensé que trabajas con Theo en su casa.
-No, el permitió que sigamos aquí , cuando Ana se fue además vive más aquí que en su casa.
-Le resultaba doloroso seguir viviendo en esta casa.
-Lo se, es mejor que se instalen hasta que este la cena.

No deje que me ayudarán a despacar, prefería hacerlo por mi cuenta tratar de distraerme un poco. No me despedí de mis amigos, sólo le deje un mensajes de voz. Si me despedía sería más difícil partir, aún así las llamadas de mi loca amiga se hicieron presentes. Hasta ahora sólo le escribía mensajes, pero tendría que hablar con ella y con Lucas en algún momento.
Después de tanto tiempo había pensado que mi vida estaba mejorando pero una vez más me encontraba a la deriva teniendo que confiar en Theo.
-Mamá, la comida ya está lista.-grito Santiago contento mientras golpeaba la puerta sin parar , sacandome una sonrisa. No importaba lo que pasará debía de ser fuerte por el.

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Perdonnnn por desaparecer. Pero ya estoy de nuevo. Espero les guste el capítulo de hoy. No olviden votar y comentar.
¿Habrá acercamiento entre Theo y Mia?
Nos leermos 😘

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