Buscando tu luz

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 El sonido ensordecedor de la música y las luces de colores no eran un buen combo para mi. Pese a todavía ser algo joven jamás había sido sitio para mi no era buena bailarina y el alcohol y yo no nos llevábamos demasiado bien. Dejando que la música se cole en mi sistema seguí el ritmo al lado de mis amigas mientras una descolocada Gisel se metía en medio de la ronda improvisada en el centro de la pista. Estaba festejando su último día de soltería, mañana se casaría y dudaba que estuviera sana al día siguiente con todo lo que había bebido. 

-Acompañame al baño.-susurro Elena lo suficiente alto para que la escuchase.

 Apenas pudimos salir de la pista caminando casi a ciegas hasta los pasillos eludiendo a las parejas que se encontraban en el camino.

-mañana no podré levantarme.-se rió Elena mientras entraba a los divisores.

-has sobrevivido a peores noches.-sonreí al recoger mi pelo con una coleta alta para aplacar el calor.

-habla la que no bebió.-se quejó.

-al menos creo poder llegar a casa.-Elena rió saliendo de los divisores mirando a las chicas que entraban casi desechas a los divisores.

-al menos no terminaré como ellas está noche.-rió torpemente mirándose al espejo.-¿porque no llamas al demonio que venga a buscarte? 

-prefiero ir en taxi. 

-¿volverás con él?- desde que Theo se había mudado a Londres pasaba en su tiempo libre con Santiago y compartimos salidas los tres pero después de aquel beso no paso nada más, entre mi trabajo y su nuevo proyecto no dejaba demasiado tiempo para poder siquiera hablar sobre nosotros. A Elena no le caía bien y no se fiaba de el, decía que era demasiado oscuro y que algo ocultaba. 

No tuve una respuesta para ella y agradecí que las chicas que entraron a los divisores salieron riéndose, la pequeña charla de había interrumpido por lo que decidimos volver a la pista.

 Saliendo con algo de equilibrio del taxi lance una risa ante mi prohesa de no caerme provocando que Elena Riera también.

-nos vemos mañana cariño, a casa antes que vomite tu coche Rick.-Rick era un chico joven que ya había lidiado con llevar varias veces a mi amiga y a las demás era de confianza aunque sabía que estaba enamorado de mi amiga para soportar cada estupidez que hacía estando en ese estado.

 Saludandolo el levantó la mano despidiéndose mientras cerré la puerta del auto. Ahora lo difícil sería poder abrir la puerta de la casa. Sacándome los tacones comence a hurgar en mi bolso para encontrar las llaves mientras caminaba hacia casa. Aunque no fueron necesarias porque las luces de la sala de prendieron y la puerta de abrio mágicamente.

-¿qué haces aquí?-logré formular al verlo con el rostro serio sosteniendo la puerta.

-pasa está haciendo frio.-tambaleando logré entrar a casa.

-tengo calor.

-Estas ebria.-hablo cerrando la puerta.

-No lo suficiente para saber que no deberías estar aquí.-callandome de golpe mire hacia ambos lados.

-esta en su cuarto, sabía que llegarías en ese estado.-se cruzó de brazos respondiendo a mi duda.

-es una despedida de soltera que esperabas ¿que fuéramos a comer y volver a las diez?-me sostuve en la pared cercana ante un mareo.

-vamos te ayudaré a llegar a tu cama.

-eres un idiota.-murmure  cuando me sostuvo para comenzar a subir las escaleras.

-ya lo sé, eres tierna ebria.

-tengo ganas de vomitar.

-espera a que lleguemos a tu cuarto.

-Tienes miedo que te vomite.-el se rió.

-son más peligrosas en este estado.

-No debo ser la única con la lidiaste en tu vida.-quise alejarme pero me sostuvo.

-para tu interés eres la primera.

-lo dudo. -llegando a mi cuarto fui al baño, lavandome la cara agradecí no haberme maquillado mucho para no tener que sacarmelo. Saliendo del baño lo encontré al lado de mi cama.

-puedo sola.-el negó  divertido tirandome mi pillama. 

-ve a cambiarte mientras aún estés consiente.-fulminandolo  con la mirada volví al baño a cambiarme, sacarme el vestido fue toda una prohesa y ponerme el short y la remera aún más. Saliendo del del baño me solté el pelo.

-al fin, pensé que te habías caído.

-¿Que es eso?-extendiéndome una botella de agua y unas pastillas se encogió de hombros.

-Me lo agradecería mañana, tomalas. -rodando los ojos las tome.-trataré de levantarte temprano para la boda.

-No creo que se realice , la novia estaba peor.-reia dejándome caer en la cama, pensé que se iría pero me ayudo a recostarme y cubrirme con las sábanas.

-Que descanses.-susurro alejándose.

-¿donde dormirás?

-en el sofa.

-duerme conmigo. -propuse sabía que era una estupidez pero el alcohol estaba haciendo su efecto en mi.

-estaré bien.

-no quiero dormir sola me da vueltas todo.-insisti el me miro dudoso, carraspiando rodeó la cama para acostarse a mi lado, satisfecha me gire para acercarme a su lado. El no pareció molestarle.

-descansa Mia.-mis ojos cedieron lentamente a su lado.

-tu también Theo.

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¿Que les pareció?

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                                                                 Cami.