Michael, un joven de cabello rizado, se encontraba andando por el camino que había recorrido tantas veces que ya se lo sabía de memoria. Iba regresando a su hogar cargando su maletín mientras que era abrigado por el sobretodo que llevaba colgado sobre sus hombros, hacía demasiado frío esa noche, tanto así que también llevaba puestos unos guantes.
El trabajo no había estado tan mal ese día, tan sólo estaba algo molesto por los reclamos constantes de su estresante jefe; sin embargo, no dejaba que eso lo irritara del todo.
Al llegar a la casa que compartía con su novio dejó el maletín en uno de los sofás. Revisó la cocina para ver si él estaba ahí, pero sólo había una nota. Se aproximó como el curioso que era, tomó la nota y la leyó en voz baja:
"Hola, mi flor.
Te dejé la cena en el microondas, caliéntala si tienes hambre.
Sé que seguramente tuviste un día atareado, así que te estoy esperando en la habitación para tomarte y quitarte todo el estrés del agotador trabajo".—Tu príncipe.
Esa excitante e inesperada nota hizo que el mayor mordiera su labio, siempre había sido el sumiso en la relación; pero ese día en particular tenía ganas de voltear los roles. Ser el activo por una noche, el que manda, el dominante. Esta vez sería él quien lo tomara y lo hiciera suyo mientras lo oía gritar su nombre con la respiración agitada.
Realmente no tenía ganas de cenar, así que, se adelantó a la habitación. Quería quitarse el estrés de encima, además que lo ponía ansioso hacer algo distinto. Experimentar cómo sería hacerlo suyo, tocarlo cómo Prince lo hace con él y bajar de forma provocativa hasta su trasero y darle hasta para llevar.
Abrió la puerta de la habitación. Su novio se hallaba sentado en un pequeño sillón que tenían en el cuarto para cuando tuvieran la necesidad de sentarse para hacer alguna actividad. La mirada de Rogers era picante, y con esa misma le hizo señas para que se sentara sobre sus piernas y moviera sus caderas sobre su miembro como siempre solía hacerlo en los días de calentura.
—Hola, cariño —le saludó—. ¿Cómo te fue en el trabajo?
—Nada fuera de normal —se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero—. Necesito deshacerme del estrés.
—Entonces ven aquí y muévete sobre mí —habló con su voz más excitante—. Yo te haré sentir mejor.
No hubo contestación por parte del rizado, este ni siquiera se estaba acercando a Prince, lo cual le pareció extraño al de piel morena; pues cada vez que le decía eso él obediente se acomodaba sobre sus piernas y empezaba a frotarse contra él liberando el estrés acumulado en el día.
Después de unos segundos de silencio el de tez más clara levantó su mirada, sus ojos llenos de lujuria sabían lo que querían ver, sus oídos sabían lo que querían escuchar y su miembro hambriento sabía en donde se quería enterrar.
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Imaginas: Desea Versión Prichael [#4]
Fanfiction❝Quieres ver cómo nos complacemos ¿No es así, pequeña?❞. [Saga Imaginas] ❝Nuevas historias para nuevas moonwalkers pervertidas❞. ... Advertencia: Esta historia tiene escenas explícitas, sadomasoquismo, etc. Leer bajo su propia responsabilidad. ... S...