Imaginas: Desea Versión Prichael [#4]

La luna de miel

Limpiando entre algunas cajas viejas Michael encontró un álbum de fotos que le pareció extrañamente conocido. Se sentó en el suelo, lo abrió cómo el curioso que era y lo cerró agitado al ver el contenido de éste. Fotos calientes que se habían tomado él y su pareja en su luna de miel hace más de siete años. Su memoria era buena a comparación de la de su marido, pero, ¿olvidar tan bellos recuerdos en Hawái? Nunca se lo esperó.

Volvió a abrirlo sin antes asegurarse que nadie estuviere merodeando alrededor suyo. Con las mejillas rojas fue pasando las páginas, mordiéndose el labio al recordar los picantes momentos que se capturaron en cada una de esas fotografías.

Se quedó hipnotizado viendo una foto de su marido, en esos tiempos ambos eran muy jóvenes, de hecho no han cambiado casi nada. Prince se veía igual de ardiente cómo siempre, pero aún más en esa singular fotografía.

-¿Qué andas viendo, travieso? -. Habló Rogers detrás suyo con una sonrisita juguetona, observando lo que hacía su pareja.

-¡Nada! -. Chilló dando un ligero brinco por la sorpresa con sus mejillas cubiertas por una manta de vergüenza, cerrando el álbum de golpe.

-¿Nada? -le cuestionó sentándose a su lado-. Porque creo haberte pillado mordiéndote los labios mientras veías mis fotos.

El rizado sólo se quedó cabizbajo con su rostro invadido por el color rojizo, su amado siempre lograba ponerlo nervioso, tal cómo la primera vez que cruzaron sus miradas.

-Trae acá -le arrebató el álbum de las manos y siguió viendo las fotografías-. Oh, mira lo que encontré...

-Realmente no recuerdo mucho sobre esa foto -. Contestó Jackson con pena al ver la imagen.

-¿En serio no lo recuerdas? -rio, pues sabía perfectamente que él sí recordaba lo sucedido- Estabas con esa cara de pervertido cuando me estaba quitando la ropa para meterme al baño a darme una ducha -habló haciendo memoria de lo ocurrido-. Y gemías: "Umm, papi. ¿Todo eso me voy a comer cuando salgas del baño?".

-¡No es mi culpa que te empezaras a quitar la ropa frente a mí! -. Exclamó avergonzado al acordarse de lo que pasó.

El de ojos avellana siguió pasando las hojas, sonriendo al hacer memoria de cada hermoso momento durante su luna de miel.

-Esta foto fue tomada un día después -señaló ocultando su risa-. Mira esa carita, estabas enojado.

-¿Podemos saltarnos esa página? -. Pidió ocultando su rostro abochornado entre sus manos.

-Estabas muy enojado cuando no pudiste meterte a la alberca porque te dolían las caderas -se burló tapando con su mano su risa-. Ese día te tuvieron que llevar el desayuno a la habitación porque no podías ni levantarte.

-¡Prince, ya! -. Rogaba que el mayor parara de avergonzarle.

-Oh, pero el día anterior estabas: "¡Más duro, Princey!" -imitó los gemidos que él daba durante esa noche en su viaje a Hawái-. Y ese día no me dejaste ni tocarte porque estabas molesto conmigo.

Después de que el tono rojo en sus mejillas se fuera Michael buscó la página con una foto embarazosa para Rogers.

-¿Y qué hay de ti, eh? -. Pasó las páginas y encontró la fotografía que buscaba.

-Aquí estabas furioso porque no te habían dejado subirte al tobogán acuático porque no cumplías con la altura necesaria -. Ahora quien reía era él.

-¡Cállate! -. Le dio un codazo en el brazo.

-¡Cállame! -. Respondió Jackson.

Y antes de que el rizado pudiera decir algo más Prince se lanzó a besarlo para hacer que callara. Desde que se casaron nunca habían perdido esa pasión cómo otras parejas, siempre seguía ahí dentro de ellos sin importar lo que pasara.