1.

12.2K 730 146
                                    

        Fire On Fire— Sam Smith

               La lluvia, una de las mejores cosas que existe. Nada se compara a ella, si quiera el sol por el cual podemos vivir o al menos eso creía ella.


—¡Odio la lluvia! —La voz de su hermano resonó por toda la casa, un pequeño salto de su parte alertó a sus padres, para ellos era normal pero ella aún no se acostumbraba a la voz de alfa de parte de él.

—Joder que me asustas —Él entró completamente al comedor dirigiéndose a su hermana para depositar un beso sobre su frente saludando a la madre igual y con su padre un choque de puños.

—Esa lengua, Gea —Su madre la reprendió haciendo que bajara un poco su cabeza.

—El alfa volvió de su viaje, llegó con su hermana —Sus ojos se iluminaron, Clarisse la hermana del alfa era su mejor amiga, para su gran conveniencia. Sabía que cuando ella se enterase de que era la mate de su hermano se enojaría por no decirle, ella era de las personas que más vivía el dolor junto a su hermano.

—Iré —Esa fué la única palabra que salió de sus labios, subió a su habitación en busca de uno de sus abrigos tomando una sombrilla y colocando unas botas a sus pies, al bajar de vuelta se despidió de sus padres no sin antes escuchar: —Conserva el anillo.

Sus pasos eran lentos pero firmes, tenía que pasar por varias casas antes de llegar a la mansión principal, no tenía miedo de siquiera caminar, eran todos familia y nadie corría peligro dentro de la manada.

—Gea —Escuchó su nombre en un susurro y volteó su cuerpo dando frente con Xel.

—¿Que haces aquí? Sabes que no puedes estar en la manada —Una sonrisa se deslizó por los labios del nombrado.

—Perder mi vida vale ver tus ojos preciosa — acercándose a él, envolvió sus brazos alrededor de su cuello creando un abrazo y depositando un beso sobre una de sus mejillas—Y más si un beso es el extra —Agregó.

—¿Que viniste a buscar? No me digas que... —Él asintió, una sonrisa se formó por los labios de ambos. Clarisse y Xel, ambos estaban destinados a estar juntos pero sus razas se lo impedían, de vez en cuando ambos se alejaban lo suficiente de la manada para poderse ver, vivir su amor, aunque fuese en secreto.

—Pronto nos iremos y estaremos juntos, deberías venir con nosotros. —Ella lo deseaba, era obvio que pronto se debía de ir de la manada pero quería que cuando lo hiciera fuese sola, no tras sus amigos.

—Yo aún no me puedo ir pero, tranquilo, yo saldré.

—Me tengo que ir, es probable que ya hayan sentido mi presencia aquí. —Ella asintió abrazándolo una vez más, al momento de alejarse él desapareció.

«Cuidate mucho, vampi» Sí, esa era su raza evidentemente,  si se enteraban de sus visitas era muy probable que fuese decapitado por instrucción pero, también sabía que la amaba más que a su vida y no le interesaba perder su alma con tal de verla.

Llegando a la gran puerta tocó el timbre siendo recibida por su amiga, la cual la abordó rápidamente con un abrazo y besos repartidos en su mejilla. Clarisse era inteligente, supo en el momento que ella entró que se había encontrado con Xel y sus afectos eran porque la extrañaba y porque debía cubrir su olor.

—Que bueno que estás aquí —Sus manos fueron sujetadas con fuerza y calidez, no importaba cuánto frío hiciera los lobos eran los seres más cálidos que existían sobre la tierra.

Gea: por siempre el deseo del Alfa Eros. [Aeterna 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora