15.

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Can you see my heartHeize



Maratón 3-3

 Isa miraba su reflejo en el espejo. El día anterior había estado con aquel vampiro, si sabía que era Xel, pero se hizo la estúpida como lo hacía cada vez que se encontraba con un ser sobrenatural. No los reconocía por don, pero algunas veces su conocimiento la ayudaba con varias cosas. La dueña del lugar donde trabajaba su hermana era una vieja loba, las veces en las que Isa recibía suspensión de medio día o día completo allí iba, creía todo lo que la mujer le hablaba, había pruebas.

Horas después de haber sido prácticamente raptada por aquel vampiro habían llamado a su hermana, le habían dicho que su madre había fallecido Isa sabía que tarde o temprano eso pasaría y se había preparado para ello hacía mucho tiempo, pero al parecer Analí no estaba lista para ello. Actualmente ambas estaban en la funeraria velando el cuerpo de su madre. Varios conocidos pasaban daban el pesar y se iban de inmediato, ambas estaban abrazadas, pero en un momento las manos de Anali soltaron a su hermana.

—¿Qué sucede? — La voz de Isa salió bajita.

—La veo...

—¿Qué? ¿Qué ves? —Su pregunta fue hecha y su hermana solo estaba mirando un punto fijo, la enojaba el hecho de que no hablara y que estuviera en un transe.

—A mamá, está ahí de pie y nos mira —Los ojos de Analí se volvieron agua, sentía pánico en ese momento. Quiso gritar y salir huyendo después de ello. Solo eso, gritar y huir.

—No es buen momento para esas bromas Analí —La mirada de la mencionada fue hasta su hermana.

—¿Crees que haría eso, hum? —Con lágrimas en sus ojos habían salido aquellas palabras. —No haría tal cosa.—Aquellas palabras salieron de sus labios y seguido de ello volteó nuevamente. Un grito desgarrador salió de sus labios, tan fuerte y doloroso. Su madre estaba frente a ella. No hablaba, no se movía, no pestañeaba, solo la veía.

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Se había quedado dormida. La noche anterior había llorado lo suficiente y en ese momento sus ojos le pasaban factura, los sentía pequeños y le dolían. Ha de tener los ojos rojos. —Tan frágil —Sus palabras salieron en un susurro para ella misma, esta sonrió triste saliendo de la cama, tomó una ducha, lavó sus dientes y salió de la habitación.

—Ella es tu jodida hermana, no puedes enamorarte de ella —Escuchó decir a Gray, sus pasos se detuvieron al instante. Su mirada viajó a los dedos de sus pies y agudizó sus oídos.

—Tú no sabes lo que dices, ¿Ok? —La voz de Jake se escuchó.

—Él sabe perfectamente lo que dice, y tú también. Joder, estás enfermo —Las palabras del vampiro sonaron duras.

—¿Enfermo? ¿Y eso por qué? ¿Por amarla?

—¡Joder! Es tu puta hermana —Gray estalló pero al decir la última palabra bajó su voz tal vez queriendo evitar que esta escuchara.

—¡Para tú ya con eso! No es mi hermana. Por sus venas no corre mi sangre y mucho menos por las mías. Mis padres lo sabían, sabían que la amaba y aún así me dejaron crecer junto a ella, tan cercanos... —Había dolor en sus palabras, en la garganta de él había un gran nudo y no, no se permitiría llorar frente a ellos.

Gea: por siempre el deseo del Alfa Eros. [Aeterna 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora