Rollos De Canela // LARRY STYLINSON

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Han pasado al menos 2 horas desde que el omega regresó a su habitación con las emociones más revueltas que un río durante una tormenta.

De estos días atrás recuerda muy poco con claridad, recuerda el cuerpo del alfa sobre de él, la sensación de alivio que jamás había sentido antes en un celo, también recuerda despertar solo y casi romperse la cabeza, buscando algo que sentía que le faltaba.

Ahora que lo piensa mejor, sabe que buscaba al alfa, pero en ese momento sentía como si estuviera buscando su cordura que no sabía en qué punto exacto la dejó botada.

La desolación le consumió y el llanto fue lo único a lo que se pudo sostener.

Cuando llegaron a la casa quería sacar sus cosas e irse de ese lugar de inmediato, cosa que Zayn no le permitió, como si tuviera el derecho de opinar.

El omega confía en la palabra de Harry, y espera no terminar arrepentido.

Baja las escaleras para buscar algo de merendar cuando el olor a levadura fresca fermentado inundó sus fosas nasales.

Louis esperaba cualquier cosa, pero a Harry con un delantal y preparando ingredientes para hacer algo con harina no era su primera opción.

-Hola.- Saludo.

-Hola Louis, creí que estabas descansando.-

El pequeño se acerca perezoso a la isla en la que Harry trabaja hábilmente y toma asiento en un banco de madera demasiado alto, tiene que brincar un poco para poder acomodar su trasero en esa cosa para gigantes, evidentemente sus piernas regordetas quedan colgando y se percató de que no es el único viendo el espectáculo que dan sus pies.

Harry lo mira con algo parecido a la burla amistosa, o eso pensó él, pero lo dejó pasar.

-¿Qué estás haciendo?-

Harry le da la espalda para buscar algún otro ingrediente de la receta y el omega aprovecha eso para sonrojarse, vaya pedazo de tonto es.

-Es mi manera de decir lo siento. Algo dentro de Louis saltó y definitivamente no es su omega.-

-Sé que tal vez fui un poco idiota con tu trabajo...-

Harry lo mira dudando de lo que iba a decir, pero de todas formas lo dice.

-Y contigo, sí, fui un idiota contigo y con tus asquerosos rollos de canela.-

Louis arruga sus finas cejas y hace un puchero con sus labios demasiado rosados, algo que hizo ronronear de ternura al alfa de Harry.

El alfa suelta una carcajada hermosa que le deja ver a Louis, por primera vez, un par de hoyos en sus mejillas.

-Qué se supone, tenía de malo esos rollos, estaban deliciosos Harry.-

El alfa disfrutó de su nombre dicho con la voz aniñada y un poco chillona, del omega.

-En serio Lou, eso ni siquiera era comestible...-

Antes de que el alfa siguiera con su discurso, los interrumpe de nuevo Liam.

-Harry con harina es una amenaza, que tenemos para hoy amigo. Preguntó Liam mientras sacó una botella de agua fría de la nevera.

-Rollos de canela para Louis.-

Liam se ríe entre dientes conociendo perfectamente la debilidad de su amigo, cosa que piensa usar a su favor, o a favor de Harry.

-A sí, sabías que Harry tenía una pequeña obsesión con los rollos de canela cuando éramos niños, era tan terco que al menos 3 meses se rehusó a comer otra cosa que no fuera eso.-