Rollos De Canela // LARRY STYLINSON

11

El estruendo hizo que el omega brincara de la cama y cayera de rodillas en el suelo.

Su corazón estaba buscando la manera de salir de su caja torácica.

El sonido de algo cayéndose lo sacó de su sueño abruptamente.

No recuerda exactamente en qué momento se quedó dormido, ni cuantas veces tuvo que releer la carta de ese tierno alfa para recitarla de memoria como un poema.

Cuando llegaba al final de la carta, en esa última posdata, solo podía llorar.

Claramente culpó a las hormonas en exceso por el embarazo.

Louis siente unos brazos levantarlo del suelo como si fuera de papel, la risa del alfa inundó la habitación.

-Lo siento Lou, no quería que te asustaras tanto.-

Harry lo dejó sobre la cama, pero antes de que pudiera recostarse del todo miró el desastre en el suelo.

La caja de fantasía que le regaló Zayn estaba esparcida a los pies de la cama.

Louis solo pedía desaparecer en ese momento, trató de lanzarse de los brazos de Harry para esconder esos juguetes de los ojos del alfa, su omega sentía como si esas cosas diabólicas ofendieron de algún forma al alfa, como si intentara reemplazarlo.

-No Lou, tranquilo yo lo recojo, fue mi culpa, tiré el maletín sin querer al entrar.-

Harry se hincó a recoger los consoladores y demás cosas, de pronto el alfa tomó ese súper juguete de última tecnología que infla una simulación de nudo y de alguna manera Harry accionó el mecánico del juguete en sus manos.

La cara del alfa al ver el pedazo de silicona de color roza chillón inflarse no tiene precio, Louis sostuvo su vientre de forma protectora y comenzó a chillar avergonzado y escondió su rostro en las almohadas.

Harry gruñó preocupado por la reacción del omega que ya sentía como suyo, dejó el consolador de lado para ir por su omega.

-No, qué pasa mi bebé, tranquilo no llores.-

-Harry.- Lloró el omega mientras se sostenía de la camiseta de algodón que el alfa tenía puesta.

-Ya tranquilo omega, no estés más triste.-

Louis por instinto se abrazó al cuerpo cálido de el alfa, por su naturaleza los omegas solo tenían temperaturas corporales elevadas durante el celo, el resto del tiempo buscaban el calor en el siempre cálido cuerpo de sus alfas.

-No tenías que ver eso.- Lloró el omega.

Harry acomodó a Louis en su regazo y limpió sus lágrimas una por una.

"Como pude hacer sentir mal a mi omega"

-Recuerdas que te lleve los supresores y los anticonceptivos a la cabaña, no quiero que suene como que revisé tus cosas, pero tenía que encontrar algo para ayudarte.-

Louis trató de respirar, pero el llanto lo hacía hipar.

-¿E..entonces ya... ya lo ha..habías visto?- Pregunta temeroso.

-Si, ya sabía que tenías eso contigo.-

Louis se frotó los ojitos con el puño para retirar las últimas lágrimas.

-Y no te molesta.- Preguntó.

El alfa podría llorar solo con escuchar la voz dulce de su omega.

-Por qué tendría que molestarme por eso mi niño, son tus cosas.-

-Eso es un regalo de Zayn, no lo compre yo.-

Harry río fuertemente acariciando la mejilla ruborizada de Louis.