En el patio de la gran secundaria que de repente se sentía tan ruidosa, tan pequeña que apretaba la noble existencia de un chico lastimado. Pobre Jungkook que dejó pasar el turno de su última clase el lunes en la mañana, escogiendo la hora exacta en la que el patio trasero quedó totalmente despejado.Allí, sentado en la banca que solía visitar con frecuencia, estaba cabizbajo con la mochila abierta sobre sus piernas, cerrando los ojos para aspirar profundo antes de sacar algo que le provocó un pequeño agito en su corazón.
Oh…
¿Quién decía que el dinero no podía dar la felicidad? Porque Jungkook le estaba salvando la vida a su madre después de que… aunque ya tenía aceptado que el día menos esperado cerraría sus ojos con la intención de despertar al otro día y ¡Poom!, ya su tiempo habría acabado.
Sonríe amplio al sacar los billetes apilados dentro de una funda específicamente para eso y suspiró extasiado al recordar la razón por la que tenía gran cantidad de dinero, aún así no alcanzaba para pagar todo lo que tenía acumulado desde que le detectaron su enfermedad a los catorce años.
El roce del viento soplar en su dirección provocó que su cuello ardiera en el fantasma de unos labios, aquellos finos labios que sin querer se coló en la cabeza del castaño y-
Era tan asqueroso en este momento que no tenía vergüenza para mirar a su madre a los ojos y decirle que ya no tenía que preocuparse por el dinero del hospital. ¿Qué Jungkook iba a decirle cuando ésta la preguntara de dónde había sacado un millón de wons así de la nada? ¿Iba a decirle que grabó un vídeo pornográfico para saciar sus deudas? ¿Iba a-
— Hey —Jimin se acerca sin la mirada penetrante de Jungkook sobre él. Se sienta a su lado en la banca para girarse a contemplarlo, como si fuera lo más especial que nunca nadie haya visto.
Tan lindo, Park Jimin pensó.
— Kookie, ¿estás bien?
Y no obtuvo respuesta otra vez. No hasta que sus manos se movieron por sí solas y no pensó realmente para colocarlas a cada lado de las mejillas del castaño, haciéndolo girar para por fin mirar sus facciones delicadas fruncidas. Sus ojos brillando como si estuviera reprimiendo tantas cosas que un solo cuerpo no aguantaría.
— Kookie, ¿estás-
— No me toques —fue lo primero que dijo, con temor en sus iris y rechazó por una vez más el tacto cálido que trataba de aferrarse a él cada vez que se encontraba cerca. Jimin entendió, lo conocía más que él mismo, por lo que sonrió mientras descansaba sus manos nuevamente en su regazo.
— ¿Ya comiste? —preguntó esperanzado por una respuesta, cual tardó mucho en llegar, más bien nunca llegó.
— ¿No te das cuenta de las cosas, verdad?
— De qué estás hablando.
Jungkook mordió sus labios, mirando al frente para así lograr acabar con esto de una vez por todas, o al menos hacer el intento una vez más. Apretó fuerte la funda entre sus manos y tragó antes de decir finalmente.
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Now, break my heart. KTH&JJK
Fanfiction- La cosa no es que no quiera que nadie me cuide -añadió, corrigiendo lo dicho hacía un momento tras su espalda- Es que no quiero que un hombre como tú me cuide. El aire se hacía más denso. Taehyung se gira de medio lado, dejando ver una mitad del...