EL CUENTO DE LA ESCUELA DE SOMBRAS

CAPITULO 12

LA REINA MALVADA ESTÁ DE PIE EN EL FRENTE OSCURO de Monster High, su
vestido impresionantemente puntiagudo, su tocado magníficamente espeluznante, sus manos malvadas extendidas de la manera más imponente. Su voz retumba.

— ¡Monstruos! ¡Escúchame, tu gobernante, tu mentora, tu reina! ¡Ponte de pie y tiembla en mi terrible presencia!

— Um ... — dice Woolee, retorciendo un mechón de su largo pelaje. — ¿Qué significa mentor? ¿No es una especie de caramelo?

Su amiga Gob susurra en voz alta: "¿Entonces quiere que nos la comamos? Parece un poco demasiado ".

— Lo siento, señora —, dice Deuce Gorgon, pasando junto a ella. — Sin ofender, pero no puedo llegar tarde a la práctica de Casketball.

— No —, dice la Reina Malvada, colocando sus dedos de la manera correcta para un hechizo de control mental. — ¡Lo que necesitas es ... cumplir mis órdenes!

Las serpientes que se enroscan en un Mohawk de la cabeza de Deuce ponen los ojos en blanco hacia la Reina Malvada.

— Como sea, amiga — dice Deuce.

"Hssss", dicen sus serpientes.

— ¡Tú! —, grita la Reina Malvada, señalando a Bonesy. — ¡Cosa del esqueleto! ¡Ven aquí!

Bonesy niega con la cabeza con un sonido seco de traqueteo. Levanta un brazo esquelético en un gesto de hablar con la mano y sigue caminando.

— ¡Esto es absurdo! —, ella dice. — ¡Ustedes son criaturas de terror! ¡Sois monstruos! ¿Cómo te atreves a desobedecerme?

El vestíbulo se vacía hasta que solo queda la gran mancha púrpura transparente de un duende. Gob sonríe a la Reina Malvada, abre algo que podría ser una boca y eructa.

— Eso es repulsivo —, dice la Reina Malvada.
Gob se ríe y luego se arrastra por un pasillo bordeado de ataúdes, haciendo un

Shlump-gwee ruido mientras avanza.
La Reina Malvada se queja.

— Esto claramente no es Shadow High.

— ¿Qué es esto ... Shadow High de lo que hablas?— pregunta Moanica D'kay desde atrás de ella.

Su voz tiene una aspereza, como si acabara de despertar de una siesta muy larga.
La Reina Malvada gira. No está acostumbrada a que la sorprendan.
Moanica sube lentamente una escalera. Su piel es gris, sus brazos sueltos como si estuviera a punto de hacer una pose. El cabello morado con mechas de amarillo verdoso se suma a su tez cetrina, y la Reina Malvada está segura de que actualmente no está viva, no en el sentido tradicional. El movimiento detrás de ella da la impresión de que hay más cosas en las sombras.
La Reina Malvada lanza un hechizo de nigromancia.

— Chica Cadáver —, llama. — ¡A mi lado!

Alguien detrás de ella grita, pero la niña misma se limita a sonreír.

— Prefiero que me llamen Moanica — , dice. — Y sea cual sea el hechizo que estés lanzando, no me va a funcionar.

La Reina Malvada extiende una mano y, con visible esfuerzo, la aprieta y la tira hacia atrás. Mientras lo hace, un chico zombi adolescente sale a trompicones de las sombras y se arrastra impotente hacia la Reina Malvada.

— ¿No? —, dice la Reina Malvada. — Mi poder puede estar disminuido, pero está lejos de desaparecer.

— ¡Zomboy! ¡Detente! —, Grita Moanica.

— Sin embargo —. dice la Reina Malvada, chasqueando los dedos. El Zomboy cae al suelo, luciendo mareado. — Parece que apoderarse de este mundo sería inútil. No es lo que estoy buscando.