[CAPITULO 2]

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Inglaterra, 1996.

- ¿Qué haremos con el bebé cuando nazca? Yo no puedo mantenerle si no estás a mi lado. Sola no. – gritó la joven desesperada entre lágrimas mientras miraba fijamente a un joven desaliñado.

- Sabes que me encantaría estar a tu lado Alyssa y criarlo juntos pero no puedo. En el cielo no me lo permitirán. – quería engañarse a sí mismo y creer que estaba haciendo lo correcto. Pero en el fondo sentía un gran dolor al ver el rostro de la mujer que amaba en esta situación.

- Alguna otra forma habrá y algo que puedas hacer. ¡No puedes dejarme así y abandonarme de nuevo!

- Ya sabías desde el principio que estar juntos iba a ser muy difícil y aun así aceptaste Alyssa. Tu misma sabías perfectamente lo que pasaría si algún día tuviera que irme. – agarró sus manos y las entrelazó con las suyas.

- Sí, lo sabía y lo acepté porque estoy enamorada de ti. – quitó bruscamente las manos de entre las suyas y se alejó de él - Y nunca tuve tantas esperanzas de ser feliz hasta que apareciste tú pero ahora vas a tener un hijo. ¿Para ti no cambia nada?

El joven no sabía que decir. Para él aquello era lo más maravillo que pudiera pasarle. Siempre había querido formar una familia, y más desde que conoció a Alyssa. Quien le robo el corazón desde el primer momento en que la vio y no pudo evitar cruzarse en su camino.

- Pues por eso mismo. Cambiarían muchísimas cosas y debo volver – se pasó la mano por el rostro – Tengo miedo por ti Alyssa.

- ¿Miedo de que? Yo voy a estar bien. Nosotros vamos a estar bien. Seremos una familia Nazan. – Se acercó a él y le besó mostrándole que estaba bien si él se quedaba con ella – Lo que tú siempre habías querido.

- ¡No es tan fácil joder! – Se separó fuertemente dejando a la joven desconcertada - Irán a por ti Alyssa y a por nuestro hijo. Sabes que él os matará si lo averigua e incluso me desterraran.

- Tú nos protegerás Nazan, como has hecho conmigo desde que nos conocemos... Además, ¿Tan malo es que te desterrasen a la tierra? Podrías estar conmigo sin que te aten a volver al cielo. - Era lo que ella más deseaba, que él aceptase aquellas palabras y su destino. Estar con ella para siempre y criar a su hijo pero para él era más fuerte su vínculo al cielo y el protegerlos. Nunca iba a poder con eso por mucho que la amara.

- Perdería todo Alyssa, el cielo es mi casa. – Seguía intentando engañarse, pero de verdad estaba dispuesto a dejar el cielo. A ser desterrado y sentirse humano junto a ella. Pero no debía hacerlo.

- ¿Entonces nosotros no hemos sido nada para ti? ¿Tengo que tomarme eso como que no me has querido durante este tiempo?

No. Claro que no. Para Nazan todo había sido muy real y verdadero. Pero los Vigilantes irían a por él, a por su hijo y matarían a Alyssa si hiciera falta para llevársele.

- Sois lo mejor que me habría podido pasar, estoy enamorado de ti pero ambos sabemos que solo soy Nazan en la tierra y para ti. – la agarro y la sostuvo entre sus brazos para besarla en la frente- Pero para protegeros debo irme y tu olvidarme ¿Lo entiendes verdad? – Ella asintió con la cabeza y sin dejar de llorar se abrazó más fuerte a él. – Escúchame, debes irte lejos, esconderte hasta que todo se calme y me asegure de que estáis a salvo.

- Protegeré a nuestro hijo por los dos, te lo prometo. Pero quiero algo a cambio Nazan – le miro a aquellos ojos grises de los que se había enamorado – Que no me hagas olvidarte, te dejaré ir pero déjame esperarte. Estés donde estés.

Nazan no pudo sostener las lágrimas después de escuchar lo que el amor de su vida deseaba, solo pudo asentir y besarla. Sería la última vez que besara aquellos labios que tanto añoraba cuando tenía que irse. Pero esta vez sería para siempre. Por mucho que le doliera y el no decírselo a Alyssa, no volvería jamás. Se separaron con dulzura y juntaron sus frentes.

-Irán a por él Alyssa así que tienes que ser fuerte si tienes que dejarle ir. Protégele como sea y que nadie le encuentre. Yo haré todo lo que sea por protegeros a los dos. – Fue separándose de ella poco a poco – Sabes cómo encontrarme pero solo hazlo cuando realmente me necesites. Si hiciera falta volveré a por ti Alyssa, te lo prometo.

La joven soltó las manos de Nazan y le dejó marcharse con la esperanza de que cumpliera su palabra y volviera. Se giró para no verle irse y suplicarle de nuevo que se quedará con ella. Una fuerte frisa le golpeó de repente despeinándola. Sabía lo que aquello significaba.

Cuando cesó se dio la vuelta y ya no estaba. Se había ido. Bajo la mirada a su abdomen y le acarició con una débil sonrisa.

-Estamos solos cariño, pero yo siempre estaré contigo. Te lo prometo.

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Alyssa había dado a luz a un bebe precioso hace un mes. Era igual que Nazan, desprendía aquella luz angelical en sus ojos azules que tanto llamaba la atención a todo el mundo. Todo iba bien hasta que alguien fijo demasiado su mirada en él bebe. Poco a poco fue descubriendo que sus intenciones no eran buenas y podrían ser de quién Nazan quería alejarlas y esconderlas. Así que Alyssa cogió las pocas pertenencias que tenía y salió cuando anocheció de aquel pequeño pueblo en el que vivía.

Consiguió despistarles durante un corto periodo de tiempo en el que el hambre y el cansancio se apoderaban de ella cada vez más. La costaba mantener a la pequeña en sus brazos y al tener que alimentarla la dejaba completamente sin fuerzas.

El día que la encontraron fue el día en el que calló la mayor nevada vista en Inglaterra. El viento era muy fuerte y se llevó todo a su paso. La nieve caía tan rápido que no dejaba ver nada y era difícil seguir un camino. Alyssa se movía despacio sobre la gran capa de nieve a sus pies. Las voces de aquellos que la estaban buscando resonaban por todas partes, no sabía qué hacer ni por donde ir. "Irán a por él Alyssa así que tienes que ser fuerte si tienes que dejarle ir" recordaba aquellas palabras cada vez que huía de ellos. Pero nunca se lo había planteado y tomado tan enserio hasta ahora. No podía seguir así, llegaría un momento en el que sus fuerzas fallarían y la cogerían. La pequeña debía ser feliz y tener una familia, algo que ella no podía ofrecerle en este momento. No podía huir para siempre.

El bebe no hacía más que llorar y los perseguidores estaban cada vez más cerca. No tenía escapatoria. Pero de repente en un instante de luz diviso una casa de ladrillo, bastante acogedora. Aquellas personas podrían salvarla. Corrió con las últimas fuerzas que la quedaban sobre la gruesa nieve que atrapaba y se llevaba su cuerpo cada vez más. Cuando llegó a la puerta, depositó a la niña sobre el suelo del porche de la casa, la tapó bien entre las mantas. Alyssa no podía dejar de mirar y sentía un dolor enorme en su pecho por abandonarla. Se llevó las manos al cuello y desabrocho el enganche de un collar de plata en el que colgaban una pequeña ala de ángel. Se lo tendió a la pequeña y lo agarro entre sus diminutos dedos mientras sonreía. Arrancó un cacho de papel de una vieja libreta que llevaba consigo siempre y escribió: Nunca olvides lo que eres, ni quién eres Jessica. Siempre te querré. La dejó junto con el colgante y llamó a la puerta con fuerza hasta que oyó que se acercaban. Se despidió de su niña y corrió hasta perderse en el bosque.

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¡Espero que os guste y lo disfrutéis! Un beso muy fuerte. Paula.

Saga Los Vigilantes 01: El Talismán de Saturno© [REINICIANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora