¡Avada Kedavra!

105 17 71
                                    

┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 XXVI┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅

—¡Albus rápido!— rugió la voz de Félix mientras el grupo se dispersaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



—¡Albus rápido!— rugió la voz de Félix mientras el grupo se dispersaba. Aún conmocionado por lo que acababa de hacer, intuyó lo que quería Félix y no se demoró en tirar el orbe hacia arriba. De inmediato un búho marrón lo alcanzó con sus enormes garras.

Escuchó un ladrido gutural al otro lado y un enorme perro negro lanudo igual de grande que un oso se abalanzó hacia Félix sin el resultado esperado ya que el joven alzó el vuelo a toda prisa y esquivó al enorme animal que se transformó con un chasquido en un enorme cuervo negro.

Mientras tanto, Kesos se abalanzó hacia Scorpius, Rose y Thalía. La última realizó un hechizo de desarme que hizo que la varita de Kesos saltase de su mano.

—¡Flipendo!— exclamó Rose, Kesos dio un respingo hacia atrás.

—¡Rictusempra!— exclamó Scorpius al ver que el hechizo de Rose no daba resultado. Una risa histérica inundó el cuerpo de Kesos que no paraba de retorcerse.

Respirando costosamente, vio por el rabillo del ojo como Yaxley le lanzaba un hechizo cuyo rayo era morado, por suerte llegó a esquivarlo a tiempo y este le dio de lleno al cuervo negro del que Félix huía haciendo cabriolas en el aire. Ululó de emoción y siguió volando aún con el orbe entre las garras.

Albus se dio la vuelta y lanzó dos hechizos de desarme que Yaxley consiguió esquivar y detener. Kesos consiguió anular aquella risa histérica y se abalanzó hacia Scorpius. Este pegó un grito, pero estaba demasiado concentrado en enfrentar a Yaxley como para ayudar a su amigo.

—¡Maldito seas Potter! ¡Avada Kedavra!

No le dio tiempo a reaccionar y lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos esperando lo peor.

—¡Protego!— gritó una voz desconocida. El rayo verde rebotó y cuando abrió los ojos pudo ver el resplandor del orbe cayendo en los brazos de Rose y el cuerpo de un tigre sobre el de Kesos.

Albus abrió los ojos lentamente al escuchar el hechizo que no había lanzado ninguno de sus amigos. Su salvador mantuvo un duelo con Yaxley que no duró mucho. El muchacho joven de cabello rubio y brillantes ojos oscuros, cedía ante el poder de los conjuros de Yaxley, pero este paró al instante al ver el rostro del muchacho que sería no mucho mayor que Teddy.

—Noah.— suspiró este con sorpresa. —¡Fuera de aquí!—

Pero el muchacho no hizo caso y Albus vio con pavor como un rayo verde salía de la varita del tal Noah e impactaba contra el pecho de Yaxley que seguía teniendo una expresión de sorpresa en el rostro. Albus apartó la vista ante el resplandor verde. Lo habían salvado, pero lo había salvado un asesino.

El Orbe de Merlín || Tercera Generación IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora