Capitulo 3

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Adele.

Los cazadores cada vez se acercaban mas a donde me encontraba, se estaba volviendo fastidioso tener que mandar a los lobos a cada rato si quería pasear, esta vez el día se encontraba hermoso, el calor solo me hacia querer pasar un rato dentro de la cascada y eso era lo que haría, igual ya había mandado a los lobos a vigilar el área.

El agua estaba perfecta, la tranquilidad que emanaba la cascada me relajaba completamente, me sumergí dentro del agua y me dejé llevar por toda esa paz, mientras nadaba para llegar a donde caía el agua.

Ojalá no se me hubiese ocurrido nadar o llegar a la cascada.

Un chico desnudo se encontraba frente a mí.

O no ¿! ¡Pero que hacia un chico aquí! ¿Se supone que nadie debería estar aquí? ¡No! ¡No! ¡No! ¡Nadie debería saber que existo!

¡El chico solo estaba ahí parado sin decir nada, mirándome embobado!

¿Pero qué le pasa? ¿por que me está mirando tanto? No he hecho magia ni nada...

Cariño, esta desnudo y tú también

Espera...

Mi mirada recorrió todo su cuerpo y mi conciencia no mentía, estaba desnudo, ¡DESNUDO!

Se te olvida lo más importante, ¡tú también!

Baje la mirada a mi cuerpo y ¿cómo se me pudo pasara eso?

Bajé rápidamente mis manos cubriendo mi cuerpo y me metí al agua. Y en ese momento el chico también reacciono y se metió al agua cubriendo su cintura y dejando a la vista su buen cuerpo trabajado...

- ¿Quién eres?

Ignore su pregunta y me apresuré a acercarme a la orilla tenia que salir de ahí, nadie debía saber de mi y el hecho de que este chico ya me haya visto era un gran riesgo que no debió haber pasado.

Me acerqué a mi ropa rápidamente y me la puse sin pensar en si el me seguía viendo o no. Sabía que él había hecho lo mismo y tenia las sospecha de que seguiría, pero debía evitarlo.

- oye! ¿Quién eres?

-espera! No te vayas así, el bosque es peligroso, ¡oye!

Comencé a correr escuchando sus pasos detrás de mí, los lobos no estaban cerca y si los llamaba con mi magia él se daría cuenta. No podía usar magia mientras él estuviera pisándome los tolones.

Mi morada estaba cerca, pero el también, no podía llevarlo al laberinto del bosque, estaba demasiado lejos y el muy cerca. Tenia que usar otra estrategia, tenía que distraerlo y alejarlo de alguna manera.

Y ya sabia que hacer.

Close your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora