Capítulo 5

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Cenita•

☁︎☁︎☁︎

Domingo por la noche

El ambiente es calmado, aun así
tanto Kyle como Eric eran un manojo de nervios internos. Se dan unas par de miradas rápidas y sutiles mientras cenaban, sus padres se encontraban confundidos acompañándolos. El omega pellizco el muslo del castaño por debajo de la mesa provocando que el contrario murmurara una maldición y le mirara en reproche.

—Kahl ¿Qué mierda?—Otro pellizcón.—Auch.—Se sobo la zona afectada.

—No te hagas el noni noni, Cartman.—Susurra.

—¿Noni noni?

—Sabes que a mis padres les molesta cuando digo malas palabras...

—¿Sucede algo chicos?—Interrumpe Gerald. Ambos palidecen un poco.

—No, nad...

—Sí.—Kyle mira molesto a Eric.—Tenemos algo importante que decirles.—Determinado los miro a todos.

Liane sonríe dulcemente.—Oh, ¿sobre qué?

—Bueno...—Nada, no pudo hablar. Carajo, pensó.—Diles Cartman.—Miro al contrarío. Éste estaba pendiente en su plato de comida.

—...¿Qué?, ¿yo por qué?—Dijo con comida en la boca.

"Tú me la metiste, tarado", pensó.—Es asunto de ambos.

Theodore traga duro la comida que llevaba masticando un buen rato, nervioso intenta juntar un par de palabras. Solo balbuceaba. En la mesa los adultos miraban algo temerosos y preocupados, sacando conclusiones ya de miles de posibilidades, todas cayendo en desgracias al estar ya tan acostumbrados. Tal vez enviaron otra ballena a la luna, quién sabe.

—¿Y bien?—Ríe Ike, quién de todos era el más relajado y divertido.

—Vamos chicos, no puede ser tan grave.—Alienta la Sra. Cartman, guardando la calma, al contrario de ella, Sheila ya estaba impacientándose un poco.

—¿Qué hicieron?

Kyle tembló en su asiento. Sin querer comenzó a soltar feromonas en forma de llamado. El alfa a su lado tomó de su mano como un apoyo sigiloso.

—Tendremos un bebé.—Dice.

Ike escupió su malteada.

Sheila rápidamente niega, riendo nerviosa.—No, eso es imposible.—Miró a su hijo. Noto sus ojos rojos y aguados, y supo que no trataba de ninguna broma. Y casi al instante, de una manera irónica, logró percibir también ese olor dulzón perteneciente a un omega en cinta. Lo ve temblar en su asiento y puede sentir su miedo, su preocupación. Pero no, aquello no podía ser, porque vamos, su hijo no podría estar embarazado... y mucho menos a esta edad.—Díganme que es solo una broma, Kyle...—Suplica. Gerald a su lado intenta calmarla, posando una mano en su espalda.—¿No era qué estabas con Rebecca? Hijo... ¿sigues con Rebecca? ¿No?

—Mamá, yo...—Sorbe un poco su llanto.—Lo siento... no...

La omega deja derramar un par de lágrimas. Kyle se sentía fatal, culpable. La mano de Eric seguía junto a al suya, sujetándola con fuerza brindándole apoyo, y de paso a él mismo también.
Entonces Liane abraza al pelirrojo, dando masajitos a su espalda y usando su propio aroma a dulce de leche para lograr tranquilizarlo. Liane puede ser empática con él, vivió y sufrió, soltera y abandona. Bien sabemos que una omega sin marcar y su cachorro eran pésimamente vistos ante los ojos de una dura sociedad tan juzgadora.

𝐂𝐚𝐜𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨 𝐀 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐨|KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora