Capítulo 6

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Caldito de piojos•

☁︎☁︎☁︎

—¡Carajo Kenny, te dije a la izquierda!—Grita masajeándose la sienes.—... ¡La otra izquierda, pobre de mierda!—Señalo con su brazo viendo con coraje como aquel despistado alfa se reía mientras iba al lado contrarío.

Kyle desde las gradas ríe. Unas dos corridas más abajo se encontraba Tweek bebiendo café como normalmente suele hacer. El rubio se encontraba con la chaqueta del equipo de fútbol, aquella que le pertenecía a su novio, Craig.

Butters se aproxima a ellos. Acababa de llegar.—¡Hey, chicos!—Los saluda con su tono de voz amable y sonrisa igual de encantadora que el mismo. Kyle le saluda con la cabeza mientras Tweek le sonríe.—¿Cómo van las cosas?

—Kenny no sabe cuál es la izquierda.—Contesto con ironía en su voz. Leo ríe, se dedica a sentarse también y a observar como los demás entrenaban.

El equipo de porristas se encontraba dando saltos y practicando porras en una parte apartada de la cancha. Miraba en cortas ocasiones de forma discreta; ahí se encontraba Heidi, luciendo tan sexy y dulce como siempre en su uniforme de porrista, saltando y haciendo piruetas. Solían lanzarla y atajarla por los aires al ser la más delgada y liviana del equipo. Tenia su platinado cabello en una coleta, su corta falda hacia resaltar sus muslos lechoso y suaves. Kyle siempre consideró a Heidi una de las omegas más lindas de la escuela, recuerda cuando solía estar enamorado de ella, odiando a Cartman y echándole la maña, ahora solo pensaba en cómo la vida solía dar giros inesperados. Se le vino entonces la canción "los caminos de la vida", sin querer. También se preguntó, teniendo una novia como Heidi, ¿por qué él? Lo admitía, no era el hermoso y delicado estereotipo de omega, era un bruto moral que gustaba del básquet y competir a los eructos y pedos con sus amigos, encantador en ello no podía ver nada, sinceramente, y pensaba que para el ojo de un alfa menos, sobre todo si de uno especialmente exquisito de vista como Eric se trataba. Ese gordo de gustos exigentes.

—¡Bien eso es todo, tómense diez minutos de descanso!—El entrenador finalmente despertó de su siesta, tal parece y por culpa de esos arrebatos que llegaban de la nada. Los famosos saltos, pudo verlo alarmado sosteniéndose de los brazos de su silla veraniega con susto.

Tweek bajo las gradas, tomó un bolso que llevaba consigo y se dispuso a atender a su cansado alfa, pasándole una botella de agua y dejando que este se lo demorara a besitos en el rostro, Leo no se quedó atrás, él apenas había bajado Kenny lo hizo sentarse en sus piernas.

Kyle miró espantado toda esa escenita. Alzó una ceja y no pudo evitar hacer una mueca de espanto. Pensó en lo tontos y enamorados que debían de estar como para ser... bueno, quien era para juzgar. Vio a Cartman quitándose el casco, mostrando lo sudado que estaba por el duro trabajo, lanzándose agua de una botella en el rostro y cabello, despeinándose.

—Hey.—Se atrevió finalmente en acercarse a su grupo. Stan le saludó de puño y Wendy le sonrió.

—Judío, entrégame la toalla.—Pidió el castaño apenas y lo ve cerca, apuntando a sus espaldas su bolso, indicándole. Kyle solo se la lanza en el rostro luego de sacarla, ni siquiera pregunto en qué bolsillo estaba porque ya sabía.—Maricon...

La única alfa mujer de la manada entonces dice: —¿Qué les parece salir esta tarde? Pensaba en ir al lago y beber algo.

—¿Beber algo?—Su novio la miraba con brillitos en su mirada, sonriéndole en ellos casi. Eran una pareja peculiar entre dos alfas, algo casi imposible a ojos de la sociedad, pero que les valía un choto, sinceramente.

𝐂𝐚𝐜𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨 𝐀 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐨|KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora