Segunda oportunidad de Amar

Hora de jugar

Estaba caminando por la acera, desde que pise fuera del hotel comencé a llorar, sabia que estaba haciendo mal pero no podía perder la oportunidad que la vida me dio.

Estuve vagando varias horas y mis pies dolian como la mierda así que me senté en la acera, a pesar de la hora todavía había mucho ruido en la ciudad, varía gente pasaba por las aceras al igual que carros, se escuchaba música de Todos lados y gritos, el olor de alcohol, cigarro y otras sustancias casi era palpable. Mi estómago rugio cuando un delicioso olor a comida llegó a mis narices. Decidí que era hora de avanzar así que volví a caminar sin saber que tres lobos me seguían a lo lejos, pasado varios minutos el ruido se hizo menos y ya sólo olía a basura y mugre, me crucé con un hombre y le hable

- Disculpe..

- Que es lo que quieres niño?

Me miro mal.

- Sabe donde está el bar Lucro??

Se sorprendió y se alejo más de mi.

- Para que lo quieres?

- Mi Padre está ahi.

Si mirada fue una de pena.

- Creo que deberías volver a casa mejor, ese lugar es peligroso para un omega y está lejos.

Luego de eso me ignoro y siguió su camino, me quedé pensando en si seguir O volver pero al final opté por la primera, que podía perder?.

Iba por una carretera vacía, pensando en todo y como haría para enfrentar a mi padre para llevarme a Lucas hasta que un ruido a mi costado me saco de mis pensamientos, me quedé quieto pensando tontamente que si no me movía lo que sea que estuviera detrás no me vería, luego otro ruido detrás y al otro costado, eran ramas siendo quebradas con fuerza y una risa diabólica, sin pensar mucho comencé a correr, la adrenalina y el miedo se apoderó de mi.

- Corre todo lo que quieras, igual serás nuestro

Eso me hizo correr mucho más rápido aunque fue inútil ya que el mismo que hablo se transformó y me golpeó del lado derecho asiendome caer del lado contrario, no alcance a proteger mi cabeza pero si mi estomago y eso de cierta forma me alivió.

- Pero mira que lindo regalo nos mandó la vida hermano

Eran tres, dos jóvenes y uno viejo

- Delicioso no lo creen??

- No te das una idea Jefe.

Yo sólo los miraba asustado, tenía ganas de vomitar, el olor que desprendian los tres era asqueroso, sus lobos estaban podridos de tanta cosas malas que hicieron.

El viejo acercó su cara a la mía y me susurro

- Hora de jugar muñeco.

Tiro fuerte de mi cabello y lo golpeó contra la acera, los otros se reían como si fuera un chiste.

Uno de ellos se acercó y me pateo con fuerza mi lado derecho haciéndome rodar un poco, un grito salió de mi. Pude sentir como mi costilla se rompió.

* No importa lo que pase, protege tu barriga Tobías

- Por qu..

No pude terminar ya que el viejo me pateo la cabeza aturdiéndome.

- Eres tan estúpido al salir solo omega.

Y lo admiti, me arrepentí de salir sin permiso o compañía de David, en su casa estaba seguro, tenía comida y a Lily que demostraba cariño e interés por mi, estúpido yo por salir así.

Comencé a escupir sangre y toser.

- tranquilo que recién empezamos.

Me gire poniendo mi estómago contra el piso y me arrepentí al sentir el peso entero del alfa joven sobre mi, grité de dolor, pero hizo varios mini saltos dejándome así sin aire. Ahora en ves de verlos a ellos sólo veía a mi padre, me hacía lo mismo y peor, sabía lo que se venía así que trate de pararlo con súplicas pero eso lo alimentaba más, mi padre con sonrisa psicópata se acercó y me planto una patada en mi otra costilla, fue tan fuerte que choque contra un árbol, me golpee la cabeza y el pecho. Estaba cansado y quería dormir pero mi lobo me pedía que no, aullo con toda la fuerza que me quedaba y eso los molesto.

- Deja de aullar

Dijo uno de ellos, ya no podía distinguir quien era, su voz se escuchaba lejos y poco veía. Sentí como me golpeaba directo al labio y un grito desgarrador salió de mi.

- Eres muy ruidoso sabes?

Otro golpe.

- Si no te callas tendremos que matarte.

Se paro y golpeó mi pecho con su pie, otra vez sin aire y aturdido.

Maldita mi vida, mi pareja no me quiere, mi padre menos y ahora estoy pasando por esta mierda. Debería darme por vencido? Será esta mi hora de dejar de luchar?. Y como cereza del pastel a todo esto me rechazo.

Todos mis pensamientos se esfumaron cuando el Alfa joven me comenzó a besar, grité y tiré golpes logrando así darle en el ojo, grave error.

Me dio una bofetada y me mordió el labio hasta sangrar, luego siguió besandome, ya no quería pelear ni por mi lobo ni por Lucas. Estaba cansado de la vida, de recibir siempre lo malo y sufrir cada minuto del día.

Sentí como rompían mi campera y remera, rasguñaban mi piel sin piedad. Ahogaba mis gritos y lágrimas. Aunque luchará no ganaría, no contra tres malditos alfas.

- N-No...

Vi como el Alfa joven que se había mantenido lejos de acercaba, su olor era peor que el de los otros, me miraba con lujuria y muerte, sabía lo que me esperaba. El alfa se arrodilló a mi lado y comenzó a besarme despacio, pasaba su lengua por las heridas de las garras y parecía veneno, ardía como la mierda y el dolor casi comparaba al que tenía en el corazón. Sentí con su mano paraba en mi panza y olfateaba mi vientre, me miró con odio y levanto la mano que antes tenía en mi panza, la hizo puño y cerré los ojos al ver que la dirigía a mi vientre pero nunca llegó. Abrí los ojos con cautela y vi como una rama atravesaba su corazón, los otros dos estaban tirados lejos y el fuerte olor a sangre llegó a mi, quise gritar pero las ganas de vomitar me ganaron así que como pude me gire y vomite todo lo que alguna vez fue comida, sentí como alguien me tapaba la boca y sentí como me paralizaba.

- no te haré daño, no grites si?

Asentí y me soltó, sentía mi corazón a mil por segundo así que trate de calmarme y me tiré al suelo, me dolía todo y sabía que iba a necesitar tiempo sanar.

- Te llevaré a un lugar seguro, ten esto te ayudará.

Me acerco una botella en tamaño chico y la bebí, empecé a tener sueño y me deje ir, sentía que podía confiaren este Alfa.