Heaven

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Se dirigieron a una silla de escritorio, Diana seguía siendo cargada por su mejor amiga, mientras que la pelirroja se sentaba en aquella silla; la castaña seguía en su regazo haciendo pequeños movimientos con su cadera. La menor comenzó a besar las clavículas de la mayor, bajando lentamente hasta el escote que se dejaba ver gracias a la blusa de tirantes que llevaba.

-Quítamela – Scarlett apenas y podía hablar pero el aire que pudo tomar fue suficiente para decir esa palabra.
En un movimiento rápido la chica sobre ella retiro la blusa dejando la vista un brasier de encaje rojo con pequeños adornos negros. ¡Dios! lo amó, no sabía si era por quién lo portaba o porque de verdad era hermoso, pero se moría por quitárselo.

La pelirroja comenzó a desabotonar la camisa que llevaba su amiga, vaya que estorbaba; cuando por fin se deshizo de ella, quedó embobada por unos cuantos segundos, la piel blanca de su amiga, las curvas... Parecía tallada por lo mismo dioses. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una embestida directo a sus labios por parte de su amiga. ¡Diablos! ¿Dónde carajos había aprendido a besar?

La más baja desabotonó lentamente el pantalón de la mayor, sin dejar de besarla, metió poco a poco su mano dentro de su ropa interior.

-Aaahh sí, ¡FUCK! – La pelirroja inclino su cabeza hacia atrás soltando gemidos agudos.

Diana masajeaba el clítoris de su querida amiga pelirroja que parecía estarlo disfrutando demasiado. Sus miradas se conectaron mientras la menor hacia su trabajo -parecía experta en eso- sus labios estaban solo a milímetros, estaban a nada de volverse a besar pero la pequeña experta introdujo dos de sus dedos en la vagina de la chica bajo suyo, esta no lo pudo evitar y soltó un quedijo lleno de placer.

-Más, más por fa...aaaah, si, así aaaah.

-Besame, quiero ser tuya– Tomo con su mano libre la nuca de Scarlett acercándola hacia ella dándole un beso lento pero sucio, tomo con sus dientes el labio inferior dando una pequeña mordida y dejando un poco morada la zona.

La mayor la acercaba a ella y comenzó a desatar aquel brasier rosado que le quedaba tan bien pero estorbaba demasiado.

We're Just FriendsWhere stories live. Discover now