parte 4

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Los días pasan , la rutina volvió, limpiar , cocinar y la dichosa prueba de noche. Los castigos y las sesiones de dolor.
Muchos días solo uso zapatos. Otros días ropa interior, algún trajecito con corset. Pero nunca faltaban los malditos tacos agujas.

No volvió a intentar escapar. Lo que sufrió esa noche no quería repetirlo. Por días estuvo sin poder andar normal..Y esa noche las horas de castigos iban hacer muchas. Y no iban a estar solos.
Un amigo nuevo había sido invitado. Un nudo de miedo sentía en su estómago. Las manos húmedas y las lágrimas apenas contenidas.
Debía esperar en la mazmorra de rodillas asta que fueran por él.
Este amigo tenía otros gustos. Ropa de niña, por esa noche no usaría nada de cuero ni negro. Era ropa blanca,

Allí estaba de rodillas esperando, asta que sintió la puerta abrirse, no quiso mirar. Ya estaba entregado. No podía emitir sonido.
_ Que tenemos acá??? El nuevo señor lo toma de los pelos para que levanté la mirada y lo mire. El profesor ya está en el sillón.
_ Levantate. Y quítame la ropa. El hombre lo observa mientras el chico quita prenda por prenda. Cuando es el turno de los boxer lo detiene
_ Por ahora asta ahí. Quiero que desfiles . Estas bellísima.
Mateo lo hace, se siente sumamente humillado , no solo lo hacen vestir como chica sino que ahora le hablan de ella.
En el sillón el profesor muy calmado observa mientras toma wisky. Le fascina que usen a su mascota.
Después de ir y venir varias veces. El hombre se sienta en una silla y lo hace ir.
_ Sirvenos otra bebida. Y arrodillate aquí. Señala entre sus piernas. Se a sacado el boxer.
_Quiero una buena mamada. Si te portas bien. Yo seré bueno contigo. Su pene es enorme grueso . En ese momento está a media erección y apenas entra en su boca. Mateo lo intenta lo mejor que puede. El señor sigue con su bebida quieto esperando. El profesor se acerca. Toma del cabello a Mateo y hace que introduzca todo el pene en su boca, este traspasa su garganta, las arcadas aparecen pero el profesor no deja que se retire. Los segundos pasan . El pene no lo deja respirar, intenta moverse con sus manos en las rodillas del hombre , pero el profesor no le afloja. Cuando siente que no puede más y a dejado de intentar sacarlo. El profesor lo retira. Lo deja un segundo respirar y vuelve a empujar su cabeza para que tome todo el pene. El señor le detiene las manos para que no se mueva más. Varias veces lo hace el profesor. Disfrutando como su alumno se ahoga. Baba corre por las camisuras de su boca, no puede tragar, no puede respirar, y al estar tan tenso la garganta no copera, logrando que el pene lastime sus paredes. El profesor disfruta la sensación de poder que tiene. Allí tiene a Mateo arrodillado, en sus manos está si lo deja respirar o no. Largos minutos de tortura pasan. Asta que el señor eyacula en su garganta, intenta tragar aquel líquido caliente y espeso , cuando por fin liberan su cabeza y el pene sacan.
_ Limpia con tu lenguita, nada puede quedar. Y allí está Mateo lamiendo aquel pene como si fuera una paleta de helado.
El profesor se a retirado no sabe a dónde. Cuando el pene está totalmente limpio, el señor se levanta lo toma de una mano y lo lleva hacia una equis de madera que está en el centro del lugar.


Sus pies y manos son atados. La ropa interior de su pecho arrancada.
_ Ahora que no tienes nada en la boca debo taparla.
Una nueva mordaza está es distinta correas van por su cara es como un bozal de perro.

Él señor se dirige al profesor.
_ Tienes lo que te pedí..
Una cubeta con cubitos de hielo... Estos lo comienza a pasar por sus pezones primero uno. Es tanto el frío que se le entumece . Mateo intenta no mirar. Por lo que cuando siente algo que intenta perforar su pezón a pesar del bozal se sienten sus gritos de dolor. No puede moverse, los amarres no lo dejan. Cuando aquel hombre logra pasar el arito en su pezón. Coloca alcohol para curarlo, el dolor es insoportable, .


Cuando siente el frío nuevamente sabe lo que va a pasar pero igual eso no lo prepara para el dolor.
_ El del ombligo también. Fueron las palabras del profesor.
El mismo proceso el dolor intenso y algo que perfora su cuerpo. Através del bozal los gritos pasan amortiguados por el cuero.

_ Una belleza. Otro día será en su pene, ... Y pasa el señor la mano por este.
_ Su linda boquita también le van a quedar muy lindos.
Mateo tiembla. No quiere ni pensar el dolor que le espera.
_ Mmmmm creo que sí... Dice el profesor mirando a su alumno.
_ Debe estar boca arriba por unos días. Así no se lástima y debe ser curado bien. . Llevemos lo a la cama. Allí seguiremos jugando. Entre los dos hombres no desatan y lo llevan asta ella. Allí nuevamente es atado pero esta vez usan el arnés para dejarlo con los pies atados arriba en la cama. Las manos van hacia la cabecera. Mateo entregado no intenta nada. Solo estar tranquilo para terminar lo más pronto posible.
El profesor retira su ropa. Admira el trabajo echo por su amigo. Se ve increíble su alumno mas sexi que nunca. Va a pedirle que le haga más perforación, el pene y la lengua serán mañana. En sus orejitas también.
Allí está Mateo atado en la cama aún con el bozal. Viendo como lo miran con deseo y sadismo. Sabe que más cosas le van hacer.
_ No as pensado en un tatuaje?? El señor sigue admirando ese cuerpo blanco. Que no es suyo pero que igual quiere marcar.
_ En su espalda baja quedaría hermoso. El profesor no está tan seguro pero deja la idea por ahí.
Las manos del señor viajan por el cuerpo de Mateo. Hacia su ano van. Toma un poco de lubricante. Y un dedo intenta meter. A pesar de las veces que lo an violado su ano aún está estrecho y firme. Por lo que cada vez que ingresa algo allí es como la primera vez.
El dolor que desgarra sus entrañas. Los dedos entran y salen estirando su anillo, trata de relajar el cuerpo . No sabe que va hacer el profesor asta que le saca el bozal, ya sabe lo que viene lo obligará a recibir su pene con la boca, la garganta no se a repuesto, pero igual un nuevo pene recibe, esta vez para no tocar su pecho le gira el rostro hacia un costado en un ángulo imposible para su cuello, por lo que suelta las manos para poder mover su cabeza a su antojo.
El señor sigue en su ano , el dolor es tan intenso que sabe que está casi toda su gran mano adentro. A usado bastante lubricante por lo que los dedos entran y salen fácil. Con los dedos adentro toma una bola , y la cambia por ellos. Una bola de goma de casi cuatro centímetros intenta ingresa por el anillo. Es demasiado grande pero igual el señor la empuja asta dentro, cuando entra total con un dedo la mete adentro. En ano intenta cerrarse naturalmente por lo que siente aquella pelota metida muy adentro.
_ Ahora niño sacala..
Mateo comienza hacer fuerza asta que la expulsa el alivio fue inmediato. Pero de nuevo le meten la bola , repitiendo el juego varias veces. Asta que el tamaño cambia y el material también, es de acero, por lo que el dolor aumenta. El expulsarla se hace más fácil que recibirla, ya no es una sola ahora son dos unidas pero de casi seis centímetros , intenta moverse para aliviar pero su profesor no lo deja está aprovechando al máximo su boca. Con su tan amado juego de no dejarlo respirar. Ya se a olvidado del dolor de las perforaciones, pues el nuevo dolor del ano es mayor. Las bolas siguen adentro, con un palo de madera las empuja, el señor sabe que asta quince centímetros adentro no es peligroso, cuando están muy adentro dos más procede a meter. Mateo no puede hacer nada, sus manos están atadas juntas. Su boca tapada por el gran pene que asta la garganta llega. Su nariz con una pinza es apretada. Y en su ano cuatro bolas de acero fueron metidas. Cuando le ordenan sacarlas, debe hacer mucha fuerza con sus entrañas. La primera de abre paso por su anillo, es una tortura y un alivio a la vez. Al tener la primera a fuera el señor saca la segunda lentamente por más que él haga fuerza. Las otras dos iguales.
Su boca está llena de esperma tanto que no puede tragar, el profesor a eyaculado más de una vez mientras veía a su alumno tragarse aquellas bolas.
Pronto es liberado de todos los amarres, pero no sé terminado. Si su ano soporto aquellas bolas debe soportar los dos penes, que juntos son más de ocho centímetros. El profesor se acuesta y hace que Mateo lo monto,. Y lo sujeta de tal manera que el señor se pone detrás y lo pueda penetrar ningún de los dos de pone lubricante, quieren que Mateo los sienta bien. El primer pene fue fácil, su ano ya estaba dilatado pero no para el segundo. El señor lo toma de las caderas y se empuja fuerte ingresando de una y asta el fondo. Mateo intenta gritar pero su garganta está tan lastimada que no puede emitir sonidos. El señor lo enviaste sin piedad mientras el profesor lo sostiene, cuando al fin terminan el cuerpo de Mateo está flácido no tiene fuerza para nada.

El ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora