Sinopsis

52 7 1
                                    


- si, acepto - la sonrisa de la mujer a su izquierda lo desconcertaba, el sabía que ella no lo amaba, bueno el tampoco a ella, pero tenía que cumplir con aquel juramento que, desde pequeño su padre le había delegado.

Ahora él tiene el reino en sus manos, ahora él es el legítimo rey y con su nueva compañera y reina deberán formar esa familia y ese reino próspero que su padre deseaba, hace un año atrás su padre había hablado con él.

Hace un año atrás...

- mi hijo, me siento ya agotado, no soy el mismo rey de antes y ahora que tu madre ha muerto siento que no tengo fuerzas para nada.

- por favor padre, no digas eso, eres mi señor mi rey.

- no hijo mío, ahora tú serás el responsable de este reino - ambos mirábamos el horizonte aquellas montañas que a lo lejos se veían tan pequeñas pero tan majestuosas recibiendo aquel naranja y amarillo del sol - pero para eso - me mira con sus ojos verde oliva llenos ahora de una profunda tristeza por la partida repentina de mi madre, tan cansados y con aquellos pliegues normales de la edad - debes contraer matrimonio debes cumplir tu destino, es momento de casarte con Aurora - asiento pues nadie quiere llevarle la contraria al rey aunque eso signifique tener que cumplir con el propósito que mi padre tenía para mí desde el vientre de mi madre.

- lo que ordene el rey así será - mi padre toma mis manos entre las suyas y las besa.

- eres mi más grande orgullo - hago apenas una mueca que ni a sonrisa llega, esto no me hace feliz pero por el bien del reino y de mi pueblo debo hacerlo.

En la actualidad

- todos sean testigos de esta nueva unión denle la bienvenida a los esposos, Rubén y Aurora, Reyes de Avalón.

Los aplausos no se hicieron esperar, todos celebraban y bebían en honor a los nuevos esposos nadie sabía que ninguno de los dos era feliz con esa decisión.

Aurora era una mujer hermosa sin duda, alta, delgada y de finas facciones su tes blanca combinaba perfecto con sus ojos miel su cabello dorado liso que llegaba hasta su cintura, sin duda muchos hombres morirían por tener el privilegio de tenerla en su cama, pero ahora ese privilegio sólo sería para el nuevo rey.

Rubén, un hombre por el que las mujeres del reino morían, aunque desde muy joven su cabello portaba algunas canas era el típico hombre pelo en pecho que mataría por su reino, sus ojos azules combinaban con su perfecto rostro cuadrado cubierto por aquella barba que lo hacía lucir mayor a su edad, alto y algo intimidante, de labios carnosos y manos grandes y fuertes.

Ahora sobre ellos caía el peso de él reino, ahora ellos son los reyes de Avalón..

La Esclava Donde viven las historias. Descúbrelo ahora