Capítulo 8

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RECUERDOS IMPRUDENTES

-¡Hemos llegado! - Comentó el chico a su lado, una vez estacionó el auto en el mirador después de media hora de subida.

-¿Qué es este lugar?- Salió del mismo admirando el paisaje que se observaba a lo lejos, se veía lo inmenso que era la ciudad, sus edificios, calles, avenidas, así como lo gigantesco del sol ocultándose entre las nubes

-Este es mi sitio favorito en el mundo, donde vengo a pensar cuando algo complicado está pasando en mi vida- Tomando su mano la acercó al muro que separaba el precipicio del piso de cemento donde ellos se encontraban.

-Es maravilloso, se ve grandioso todo desde aquí.

-¡Vamos Blondie! Sube conmigo, grítale al universo lo que quieras, aquí nadie te va a juzgar.

-¡Qué! -Exclamó ella, observándolo subir en una elevación que lo dejaba al filo del abismo.

-Ven, no tengas miedo, yo te sostengo.

Ella aferrándose a una de sus manos, sin entender porque estaba haciendo lo que le pedía, subió a su lado, mientras que con su otra mano la aguanto de la cintura, colocándose detrás de ella para sostenerla mejor y estabilizarla.

-Muy bien, perfecto.

-Ahora, grita fuerte tu más grande anhelo, con la ciudad y el cielo como testigo, quizás las nubes o algún alma perdida escuchen tus deseos y los haga realidad- Susurró él suavemente de pronto cerca de su oído, haciéndola temblar.

-¡Quiero hacer mis propias elecciones! - Gritó no tan fuerte como había imaginado que saldría.

-¡Más fuerte Blondie!, que salga de tu abdomen, justo así obsérvame-SOLO QUIERO VIVIR DE SUEÑOS, - su grito ensordecedor retumbó tan fuerte que creyó escuchar eco en la inmensidad del lugar a pesar de encontrarse en un espacio completamente abierto.

Se percató que su rostro era de absoluto deleite cuando esas palabras salieron de lo más profundo de su alma.

-Hazlo - Insistió el retándola al recuperar el aliento

Colocándose en posición, visualizando lo más lejano de la ciudad, pensando en todo y nada a la vez- SOLO QUIERO VIVIR MI VIDA - gritó ella con todo su ser mientras sentía elevarse -QUIERO ELEGIR POR MÍ, VIVIR SOLO DE MIS ELECCIONES- Continúo hasta que su garganta terminó en llamas, pero descubriendo lo catártico que podía hacer desahogarse de esa manera, sin pensar en pasado, presente o lo que vendría después.

Al terminar, necesitó un segundo para aclarar su mente, inquietándose al escuchar de pronto una risa estruendosa a su espalda.

-¡Disculpa! - Siguió el riendo a carcajadas mientras la observaba - Pero pareces un pajarito chillando.

-No te pases, lo hice genial - refutó ella bajándose molesta por la burla.

-¡BLONDIE, espera! Solo estoy jugando contigo, no te molestes - La detuvo tocando su mejilla tratando de contener su risa.

-Pero admite que si no eras un pajarito, eras un águila chillando.

Ella desvió el rostro para alejar su toque golpeando su hombro débilmente por su mal chiste.

Minutos después de su ataque interminable de risa, y de que el tratará de aliviar su enojo, ambos se sentaron un rato en el capó del carro observando la caída del atardecer mientras en el interior del mismo seguía sonando canciones que iban y venían amenizando el encuentro.

Devin no podía de dejar de admirar la belleza de la chica, su cabello rubio oscuro sujeto en una cola caía en ondas por su hombro derecho aunque algo desordenado debido al viento, su rostro se encontraba inclinado mirando hacia al cielo como respirando la tranquilidad del ambiente, y sus hermosas manos pegados al capo sostenían su cuerpo desde atrás de su espalda.

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