Espérame

Capítulo 13

EL POEMA

Eleonor observaba desde la puerta corrediza de la terraza como Bélgica bañaba un pincel con tinta azul y luego lo deslizaba por el lienzo colocado sobre un caballete, dibujando un cielo de distintas tonalidades del mismo color, se veía increíble como el azul más oscuro opacaba el trazo más claro.

Después de rellenar toda la parte superior del cuadrado dejó el pincel a un lado y agarrando su cámara digital comenzó a tomar foto de la pintura. En un movimiento voluntario de la misma, la chica se volvió y le tomó una instantánea a ella dejándola sorprendida por su osadía.

-¿Que haces? ¡Borra la foto!

-No ¿Tú qué haces aquí?

-Quería ver lo hermosa que estaba la noche, no puede ser que cada vez que tú quieras pintar a las demás se le prive la oportunidad de observar el paisaje o respirar aire fresco -Se quejó ella sin moverse del lugar, aunque en verdad no quería un enfrentamiento.

-Bien, voy a presuponer que el balcón al otro lado del pasillo, no te basta para respirar u observar el grandioso paisaje, pasa y disfruta de la noche, yo ya termine aquí- Contestó Bélgica recogiendo sus materiales sin querer entrar tampoco en conflicto.

-No es necesario, no me incomoda tu presencia, puedes seguir, solo quiero unos minutos para respirar aire fresco.

-No te ofendas pero a mí sí me molesta tu presencia, digo la tuya y la de cualquiera que me interrumpa mientras estoy creando arte- Bélgica lamentó su elección de palabras pues sabía que la otra lo tomaría mal.

-Te entiendo, a nadie le gustaría supongo- Contestó Eleonor sorprendiendo a Bélgica por darle la razón.

Después de unos minutos de incomodo silencio, se acercó al jardín de la terraza mientras que ella seguía guardando sosegadamente sus utensilios en un gran bolso de mano.

-Entonces ¿nunca puedes no?- preguntó Bélgica segundos más tarde cansada del mutismo.

-¿Nunca puedo qué?

-Perderte de vista, esconderte de la realidad que has elegido- Ella notó como se tensaba al escuchar las palabras.

-No sé a qué te refieres, cuando hable de querer aire fresco, es porque siempre busco un momento para mi, para reflexionar, ya sabes- Eleonor respondió evasivamente, decepcionando a una Bélgica que esperaba un poco más de sinceridad.

-Claro por supuesto, quién querría escaparse de esa maravillosa vida que tienes- No pudo evitar ser sarcástica al respecto.

-Exactamente, no podría desear nada más, tengo una vida absolutamente asombrosa, aunque tú no podrías decir lo mismo- Rebatió igualmente exasperada por las conclusiones tan apresurada que siempre sacaba Bélgica de ella.

-No tendré una vida extraordinaria, ni una familia de ensueño, pero estoy feliz y conforme con la persona que soy, no necesito buscar nada en ningún lado para encontrarme.

-Qué bueno por ti, pero deberías saber señorita perfecta, que existen muchas personas que necesitan vivir y equivocarse para aprender de sus errores y encontrarse a sí mismos, no a todos se les hace fácil descubrir quiénes son, y hacia dónde quieren ir. Por supuesto ese no es mi caso- Aclaró ella antes que la otra pensara lo contrario.

-¿Y el camino adecuado para encontrarse es el libertinaje y el vicio?

-Quizás ese sea el único camino que hallan, o el que le enseñaron.

-Entonces deberías de decirles a esas personas, claro si las conoces, que ese camino puede resultar ser muy divertido pero también es sumamente destructivo, solo diles que si se sienten perdidos y no se hallan, busquen a todas aquellos individuos que los aprecian, para que les recuerden los maravillosos que son, las increíbles virtudes que poseen, nadie nunca debería perderse para sentir que encuentran quienes son, lo único que deberían seguir, es todas las cosas hermosas que le interesan, a lo que son aficionados, todas aquellas cosas por lo que vale la pena luchar, como el amor, la amistad, un hobby, una carrera. Algo que los haga sentir especial por sí mismo y no por algo externo -Comentó Bélgica tratando de llegar a lo más oscuro de la chica para que se envolviera en alguna pizca de luz.