- Daniel por favor - sentí que mi orgullo se rompía en mil pedazos en ese momento. Daniel tiro su cigarrillo en el suelo y lo plasto con su bota.
- ¿Crees que eres la única que tienes problemas de dinero?
- ¡Es solo un maldito adelanto! - exclame y Daniel negó con la cabeza y bajo la voz.
- Poché, lo siento, no puedo. Tengo... Tengo algunos negocios, ¿tu entiendes? - dijo y yo mantuve mi rostro impasible.
- Si... Ya veo - murmure y el me dio unas palmaditas en la espalda.
- ¿Yo podría tener un Foxy Lady, por favor?
- ¿Señorita Calle?
Miss Calle sonrió. Llevaba el pelo suelto y tuve que recordar como respirar porque... bueno.. La señorita Calle se paso una mano por el pelo y sonrió con torpeza y yo sonreí.
- No coquetear con el barman - dije y señale la placa de metal detrás de mi y la señorita Calle levanto las cejas con sorpresa.
- Oh. Esta bien, voy a tomar un simple vaso de agua - dijo y me eche a reír mientras sacudía la cabeza.
- Voila. Su "vaso de agua".
Serví unos pocos clientes, pero mis ojos solo se concentraban en la profesora Calle. Me encontré con un hombre en un traje y corbata, sentado al lado de la señorita Calle. Me acerque y lo mire, tenía barba y dos círculos como si no hubiera dormido en días. Traté de mantenerme ocupada en esa parte de la barra, pero la señorita Calle parecía muy tranquila, asintió con la cabeza y sonrió, hasta que se volvió a mi y pidió una cerveza. En ese momento de distracción la profesora abrió los ojos y la boca diciendo un "ayuda" con los labios. Contuve una risa y desabroche la botella. Mire la hora, era casi media noche. Me incliné sobre el mostrador y me aclare la garganta.
- Um, discúlpeme. Hay una llamada para usted - dije y la señorita Calle fruncio el ceño, mirando rápidamente hacia el reloj, el hombre ese me miro con confusión - es urgente - dije y la señorita Cale levanto una ceja.
- Oh.... Oh, si, gracias. Ummm, discúlpeme, Vicent.
Sonreí y acompañe a la señorita Calle a la entrada del mostrador y abrí la puerta para dejarla entrar, lo que lleva al pasillo a la parte posterior.
Ambas reímos y me incline sobre la puerta mientras la sonrisa de la señorita Calle crecía.
- Oh Dios, el continuó hablando acerca de su esposa, y un perro llamado George - dijo y sonreí - gracias.
- No lo agradezcas tranquila, tengo que lidiar con los borrachos y los hombres en busca de atención todos los días. Conozco el tipo - dije y apoye mi espalda en la pared detrás de mi y la señorita Calle asintió, todavía tenía las mejillas rojas de la risa y se veía realmente adorable y suspire - yo se por que a venido aquí esta noche, pero le pediría que no lo hiciera - trago saliva - no quiero propinas de veinte dólares.
- Poché....
- Como he dicho, yo no acepto donaciones - dije y la señorita Calle tomo una respiración profunda. La profesora miró hacia abajo y se mordió el labio.
- ¡Poché! - gritó Daniel desde su oficina.
- ¿Qué? - dije mientras la señorita Calle escuchaba.
- ¿Esta alguien sobre el mostrador?
Pero.... ¿por que siempre tenía que gritar como un alma en pena?
- No, solo un borracho.
- Aléjalo, vamos a cerrar - dijo.
-¡Bien! - dije y le sonreí a la señorita Calle.
- Vamos - dijo Miss Calle mientras se dirigía a la salida y yo la mire desconcertada - te llevare a casa - dijo y mi rostro se relajo.
- Gracias - la señorita Calle asintió y señalo una silla - así que... eh ¿ espero aquí? - pregunto y yo sonreí. Ella era adorable.
- Si, yo vengo en unos quince minutos.
(...)
Jack abrió la puerta con una sonrisa, pero a la señorita Calle aun parecía aterrorizada de el. Lo salude con una palmada y volví a ella.
- Aho....
- ¿Has dicho algo? - Miss Calle llego detrás de mi y yo negué con la cabeza.
- No, nada.
- El cinturón - señalo la profesora.
- Oh, si, por supuesto.
- Así que.... ¿la dirección? - pregunto y señale el camino.
- Es.... Un poco complicado - la señorita Calle levanto una ceja, pero arranco el motor sin decir una palabra.
- Sin ánimo de ofender, pero este coche es un lata de sardinas - dije y Miss Calle me miro por encima de sus gafas.
- Ah, si. ¿Y tu que tienes para ofrecer? - preguntó y yo me mordí la lengua y sonreí.
- Touché - señale a la izquierda - por aquí, luego a la derecha en la próxima.
- ¿Llegas a casa a pie por la noche? - pregunto y asentí con indiferencia - pero... - se calló y no dijo nada mas. Llegamos en unos diez minutos. Miss Calle detuvo frente a mi puerta la lata de sardina que tenía por coche y yo suspire.
- Gracias profesora - Miss Calle sonrió, pero parecía indecisa acerca de algo. Abrí la perta, y su voz, de echo, me detuvo.
- Poché..... escucha - volví a sentarme totalmente en el asiento del pasajero, dándole toda mi atención.
- Siento lo de esta noche. No era mi intención hacerte sentir incomoda.
- Profesora.....
- No. Escucha - me interrumpió y puso su mano sobre la mía y me estremecí. Era suave, y tan cálida - quiero ayudarte, lo siento, pero tengo que hacerlo, incluso si esto significa sentarme en el mostrador y escuchar Vicent por el resto de mi vida, y yo quiero hacerlo por tus reglas - Levante la vista, frunciendo el ceño, Miss Calle se aclaro la garganta y continuó - Te contratare para el trabajo, las tareas del hogar, como el cuidado del césped, arreglar un par de tubos o cambiar un par de bombillas ¿de acuerdo? - me señaló con un dedo y yo tenía una expresión de sorpresa y diversión - así que te contratare y te pagare por estos puestos de trabajo ¿aceptas? - me quede mirando su mano sobre la mía, pensando mucho, sonreí y negué con la cabeza.
Si se trataba de una oportunidad mas probablemente diría que no. Demonios, si hubiera sido otra persona, probablemente hubiera dicho que no.
Pero se trataba de la señorita Calle. Y tenía solo dos días para elevar sesenta dólares, y no tenía la menor idea de donde.
- Esta bien - le tendí la mano derecha y Miss Calle sonrió ampliamente "¿Ya les había dicho que nadie le gana a esa mujer?".
- Magnifico.
- ¿Puedo empezar mañana? se que es temprano, pero...
-Si - ella me cortó sin pensarlo dos veces y yo asentí con la cabeza.
- Esta bien.... ¿a que hora? yo no tengo clase por la tarde.
- ¿A las dos?
- A mi me parece perfecto.
La señorita Calle escribió su dirección en un pedazo de papel, me dio las buenas noches y espero asta que entre por la puerta principal. La vi marcharse desde la ventana y salí de la casa. Cerre la puerta y me subí a la ventana de mi dormitorio.
Bueno, al menos esta mierda iba a terminar pronto.
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Bueno aquí dejo otro capítulo y el último por ahora..... Se lo quiero dedicar a bibi_111 quien siempre deja comentarios y me saca sonrisa a través de ellos. También a camaleon_cacher por sus comentarios y siempre estar pendiente a las historias que público siempre, asta la próxima, se les quiere. ❤️
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Eres la cura de mi tormento, ( Caché G!p.)
Romanceo Poché como le llaman, es una chica rebelde a la que no le importa nadie que no sea su mejor amiga. Le da igual la escuela y realmente todo el mundo, anda con chicas solo una noche y sus calificaciones son pésimas. Un día conoce a una mujer que l...