°•Genshin Impact headcanons y one-shots•°

✨Cumpleaños de Xiao✨

Ya ahora si, editado y bonito. Espero les guste <3

—Mgh...­—te quejaste, removiéndote en la cama. Las sábanas estaban enredadas entre tus piernas, por lo que cuando intentaste volver a cubrirte con ellas, la desgracia de no poder volver a dormirte te invadió.

"No debí moverme..." te lamentaste mentalmente, al mismo tiempo que te preguntabas, ¿Por qué tenías tanto sueño si generalmente te acostabas a una hora prudente?

Te levantaste precipitadamente de la cama al recordar la razón de tu somnolencia. Fuiste tambaleándote hasta el baño; se notaba que no habías despertado del todo y seguías en el décimo universo. Abriste la llave del lavabo de golpe, y lavaste tu cara con agua fría.

Por lo menos ya podías abrir los ojos.

Te dirigiste hasta el armario, para tomar la ropa que ya tenías preparada desde ayer. Te vestiste, y bajaste las escaleras precipitadamente. En cuanto visualizaste el reloj colgado en la pared, y miraste la hora, soltaste una maldición por lo bajo, y fuiste corriendo a la cocina.

—Como pude haberme quedado dormida... Sabía que tenía que levantarme temprano antes de que él saliera, y aún así...­—soltaste un grito de frustración, y comenzaste a cocinar, algo en lo que no eras muy buena...

—¡Auch, mierda! —sobaste los alrededores de la nueva herida que se presentaba en tu dedo.

—Ese vocabulario ______— te volteaste bruscamente, con una sonrisa nerviosa y tensa, hacia el propietario de la voz.

—¡Albedo! ¡Q-que alegría verte! —tartamudeaste, aguantando tus ganas de huir. Sabías que sería peor si lo hacías.

El pelirrubio te dedicó una mirada seria, y se cruzó de brazos. Dirigió sus ojos hacia la mano que escondías detrás de tu espalda, y negó con la cabeza con resignación.

—Ya decía yo que estabas haciendo cosas raras desde ayer, y que tenía que averiguar que era—no pudo evitar soltar una pequeña risa—Ayer te quedaste hasta tarde tallando lo que parecía ser una flauta, despertaste tarde, haciendo un ruido que debió despertar hasta a los arcontes...

Te quedaste helada al instante. ¿Tanto ruido habías hecho? ¿Tan ida estabas que no te percataste de ello?

—Si, así de adormecida estabas—dijo, como si te hubiera leído la mente, y respondido a tus preguntas mentales—Y ahora, estas haciendo lo que parece un intento de cocinar—alzó una ceja en dirección hacia el "pequeño" desastre, que tenías sobre el mesón de la cocina.

Soltaste una risita, intranquila por la situación, y desviando la mirada. Albedo solo te observó, y se le vino a la mente la situación perfecta, de cuando una niña hace algo mal, y solo se dedica a sonreír como si nada hubiera pasado, mientras que el desastre detrás de ella decía lo contrario.

—¿Podrías explicarme el porque de todo esto? —inquirió, apoyándose en el umbral de la puerta.

Tu solo te diste la vuelta, buscando entre todo el desastre, unas banditas. Al encontrarlas, empezaste a hablar, un tanto incómoda por la posible reacción de tu hermano.

—Pues... Te acuerdas de esa vez, que ese adeptus vino a casa a cenar, y tu le dijiste algo, y ese algo sonó mal, y él se enfadó, y...

—Ya comprendí todo, me basta con eso—sacudió la cabeza como si quisiera alejar aquelrecuerdo de su mente, se acercó a las verduras a medio cortar, agarró el cuchillo, y comenzó con el trabajo—Tus manos ya están lo suficientemente machucadas, como para que ahora te estés cortando. Yo hago esto, tu ve a envolver lo que dejaste encima de la mesa.