Eileen [Draco Malfoy]

Capitulo 19

(No tienen idea lo mucho que me emociona este capitulo jajaja, notaran pronto el porque. Por cierto, se que en el gif salen dos chicas de Riverdale, simplemente imagínense que son Eileen y Astoria)

Narrador

Las mañanas son hermosas, tranquilas y agradables, lo mejor de iniciar un nuevo día.

Excepto si vives en el departamento de los hermanos Weasley, quienes recibieron a las cinco de la mañana a la menor de las hermanas Greengrass, quien con rostro demacrado ingreso y se encontraba comiendo un bote de helado de chocolate, envuelta en una manta sobre el sofá y con Eileen haciéndole cariñitos en el cabello. Percy había partido hace unas horas a su trabajo en el ministerio, por lo que ahora ambas chicas se encontraban solas.

–¿Ya me dirás que ha pasado, cariño?–Pregunto Eileen, preocupada.

–Encontré a Blaise con Daphne.–respondió con frialdad.

–Tori...quizá solo estaban conversando, sabes que son amigos y...

–¡Estaban cogiendo en MI cama!

–...

–...

–Lo voy a matar.

–¡Ja! Primero deja que te cuente todo, había llegado temprano a casa, se supone que llegaría hasta despues de la media noche porque estaría ayudando a Pansy con unos vestuarios para su viaje a París. Mis padres no están ya que se fueron en su quinceava luna de miel a Hawái. Total que llegue y me encontré con Theo en la sala.

–Theo, ¿Qué haces aquí?

–Acabo de llegar, se que ya es muy noche pero pensé en visitar a tu hermana y dormir con ella.–Sonrió el azabache.

–Ah, Daphne debe estar en su cuarto haciendo su rutina de Skin care, vamos, mi cuarto esta justo a lado.–Dijo ella.

Subieron las escaleras y tomaron el pasillo de la derecha y conforme más se acercaban a la habitación de las Greengrass, más escuchaban sonidos extraños hasta que un gemido los dejo en shock.

–Quizá se esta masturbando...–Dijo Astoria intentando cubrir a su hermana, pensando que quizá había traído a uno de sus tantos amantes.

–O quizá no.–Dijo Theodore fríamente, avanzando con rapidez.

Astoria intento detenerlo, pero en cuanto abrió la puerta, se agradeció el no haberlo conseguido. Ahí, en SU cuarto, estaba Daphne cabalgando a Blaise. Ellos aún no se habían dado cuenta de la presencia de sus respectivas parejas.

–Mmmm...¡Ahhh! ¡Blaise! ¡Te amo! ¡Siempre lo he hecho! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!–Gimió Daphne

–¡Cállate!–Le dio una nalgada.–Sabes que solo te quiero para mi cama...–Gruño y soltó un pequeño gemido.