ღ Capítulo 21 ღ

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No estoy loco. Pero, cariño, por favor ven aquí y déjame solo. Ámame, pero no te acerques demasiado. Tócame a una milla de distancia. Vete, cariño, ¿no te quedarás? Quédate cerca y dame algo de espacio. Ódiame, cariño, te amo.
—Come here and leave me alone; Alexander 23

Las ruedas del vehículo se detuvieron justo frente al estruendo de un grupo grande de jóvenes bulliciosos. El primero en descender del coche bajo la luna menguante de un cielo estrellado fue un muchacho pelirrojo, quien no perdió tiempo en dar la vuelta para abrir la portezuela del copiloto.

Jungkook no terminaba de acostumbrarse a ese tipo de gestos, pero no iba a negar que Kim Taehyung se veía jodidamente sexy cuando le ofrecía aquel espectáculo. Verle desfilar frente al parabrisas para llegar a su lado era uno de sus momentos favoritos al ir en coche con él.

—No puedo creer que me hayas convencido de esto —dijo el mayor, volviendo a cerrar una vez que su acompañante estuvo fuera.

—Yo sí —aseguró—. No puedes resistirte a mí. —Le ofreció un guiño y una sonrisita ladina antes de iniciar el camino hacia la entrada.

—Ya, con la de trabajo que tengo pendiente y tú me traes a una discoteca, creo que eres una mala influencia para mí.

—Por favor. —Se detuvo y se volvió para mirarle—. Si a ti ya no se te puede corromper más —le dijo, cruzándose de brazos, y no pudo evitar reír ante la dramática mueca de ofensa del contrario—. Además, no todo en la vida es currar, ¿no?

—Si lo dices tú. —El menor enarcó una ceja, Taehyung avanzó hasta detenerse a pocos centímetros de su rostro para añadir en un susurro—: He visto que te sangra la nariz de lo mucho que te esfuerzas, eres el que debe tomarse las cosas con calma. —Jungkook apretó los labios, los recuerdos de ese día eran una aglomeración de sentimientos encontrados, pero no se tenía permitido volver a mostrarse tan débil.

—Pues por eso estamos aquí —declaró, retomando la marcha—. ¿Qué esperas? Será divertido.

Nada más cruzar las puertas el volumen de la música les dio la bienvenida en su máximo nivel de esplendor, los reflectores hacían bailar luces de colores que barrían con vigor a todos los presentes. El sitio ofrecía a tope su magnificencia ese fin de semana, muy diferente a la última vez que el azabache había estado ahí.

—Allá están los chicos —señaló, y alcanzó la mano de su acompañante para guiarle a través de la algarabía, esquivando los sudorosos cuerpos que vibraban al ritmo de una enérgica canción.

—Por fin llegáis —les dijo Wooyoung, en cuanto se unieron a ellos en la barra—. Estábamos apostando en qué semáforo os habías detenido para saciar el calentón.

—Muy graciosos —ironizó Jungkook, con las risitas de todos de fondo—. ¿Y Hoseok?

—Me escribió hace un rato que ya está cerca.

—Mirad, ahí viene —indicó San. Se volvieron para apreciar al muchacho de cabellos anaranjados, quien sonrió al reconocerles y aceleró el paso para llegar a su altura.

Wooyoung se levantó de su silla para saludarle con un eufórico abrazo, reclamándole que no hiciera pasar tanto tiempo para dejarse ver, y su novio le saludó de la misma forma. Jimin también se acercó para abrazarle, y cuando fue turno de Jungkook el mayor aprovechó para despeinarle el cabello de manera juguetona.

—Hyung, ellos son Taehyung y Yoongi, unos colegas con los que coincidimos hace un tiempo —presentó el rubio.

—Más que colegas para algunos, ¿no? —sugirió Sam, con una sonrisita, mientras el chico estrechaba las manos de ambos.

Estúpido buen corazón •⊰Taekook⊱•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora