Capítulo 3

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Me miró, con los ojos expresaba lo mismo que yo sentía: ganas de morirme. Solo que yo lo disimulaba más.

Con un falso entusiasmo, dijo:

-¡Estoy deseando acompañarte a nuestra clase, nueva mejor amiga!

Y salió del despacho como si fuera estuviera lo que más quería en el mundo.

Antes de que yo saliera, Vivian me retuvo del brazo y me dijo, en su creencia de ser mi amiga:

-Si esa chunga te molesta, dímelo y le expulso.

Guau, que malota eres Vivian. Estoy temblando.

Formé otra sonrisa falsa y le dije que se lo agradecía y que intentaría ignorarla. Salí del despacho y busqué con la mirada a Ira entre la gente que todavía estaba en el pasillo, pero se había ido a la clase. Parece que alguien tiene prisa.

O parece que alguien no quiere estar contigo.

Jodida conciencia.

Me deshice de ese pensamiento y pensé que la vería en clase, así que cogí fuerte mi mochila y me dirigí a la clase.

Nos sentábamos juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora