Febrero

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Soul estaba amargado. No quería hacer el papel de frienzoneado, pero así se sentía. Como que había trabajado las inseguridades de Maka para que otro estúpido viniera y se la llevara. Blake no estaba contento tampoco, el tipo no tenía su sello de aprobación. De todas formas, llevaba a su novia, Tsubaki, al mismo baile. Ella era compañera de Maka, así que conocía al ex ayudante y no lo encontraba mala persona.

Cuando fue al baño, con la película pausada, sintió que alguien entraba a su apartamento. En realidad, ningún ocupante solía tener muchas precauciones, menos Soul, pero recordaba haber cerrado el pestillo. Salió del baño con el bate de baseball que Black tenía a mano. Pero en el descanso de la puerta estaba ella, la pequeña rubia, enfundada en un vestido que la hacía salida de un cuento de hadas para niños, con las coletas enruladas, la mitad del pelo abajo, maquillada. Zapatos en la mano.

-¿Qué pasó? ¿Te hizo algo? ¿Estás bien?

-Estoy bien, tranquilo, él fue un real caballero. Comimos, bailamos... pero...

-¿Pero?

-No eras tú, Soul. Lo siento. No quería hacer raras las cosas contigo, pero...

La frase se detuvo de pronto, cortada por un beso. En un principio fue con los labios cerrados, como cuando Soul jugó a hacerla de novio en la cafetería, pero pronto ella pasó sus brazos tras su cuello, y él buscó su cintura para acercarla. Ella entonces se dejó besar mas profundo, de forma que ambos lo sintieron. No era el primer beso de ninguno, pero tampoco... se sentía distinto igual. Ella lo guió hasta que cayera de espaldas en el horrible sofá de la casa de Blake, que encendió todas las luces rojas en la cabeza de Soul. ¿Acaso... iba a pasar ahora? ¿Estaba realmente pasando esto? ¿Qué pasaría si Blake llega cuando ellos estén...? Las estrictas reglas de no chicas pasado las nueve en el edificio de varones eran corrientemente ignoradas, pero tampoco ella podía llevarlo al de chicas, dado que lo suyo era un cuarto con closet sin cocina, con un pequeño baño, algo así como 18 m2.

La puerta se abrió de golpe y se escuchó una voz chillona.

-¿Soul? ¿Estás aquí? ¿qué está pasando? ¿Quién es ella? -Detuvieron el beso al reconocer la procedencia del irritante sonido. 

Soul y Maka se separaron brevemente para mirarla, y verse de vuelta.

-Es... ella es...

-Lo sé, me dijo cosas muy desagradables en la cafetería meses atrás.

-¿Realmente estás saliendo con esta escuincla? -gritó de nuevo la recién llegda.

El chico empuñó las manos.

-Espera –Maka lo detuvo con la mano en el pecho. -Si la golpeas, puedes tener problemas. Además, ya es hora de guarda, necesitaré que me vayas a dejar a casa.

-¿Me dejaste por esta plana? ¿Una empleada de tienda? –sacó una pistola de su cartera -¡No lo creo! ¡Te tiene embrujado! ¡La mataré y volverás a lo real!

-Eso escaló rápido. –Maka tenía las manos arriba. Soul puso los ojos en blanco.

-Mal momento, buena talla. Quédate detrás mio.

-Las balas atraviesan la carne. -Le dijo, poniéndose al frente. 

-Está bien, tranquila, respira. -Soul trató de hablarle calmadamente- Ahora salgamos a hablar fuera, como gente civilizada, de acuerdo, eso es retrocede.

Ella retrocedió de a poco, temblorosa, llorando, los tres pasos entre la entrada al departamento y la puerta de éste. Cuando su espalda topó la reja del pasillo, miró hacia los lados. Soul seguía con las manos en alto hablando suavemente, tratando de no perder el contacto visual. El escándalo había atraído curiosos, los que no andaban en citas o tomando en grupo, o empezaban a regresar de las celebraciones, que cuchicheaban sobre qué estaba pasando. La chica salió al pasillo, aún temblando y apuntándolos con el arma.

Mientras Soul trataba de no perder el contacto visual con ella, Maka hizo gestos que llamaran a la policía. Como estaban a la vuelta, no hubo demasiada demora en que llegaran y calmadamente, la hicieran soltar el arma.

-¡Se equivocan, soy yo la novia de Soul! -Gritó sin control. 

-Maka es la de química, ella viene muy seguido a verlo, Maka es su novia. No puedo creer que un buen chico como Soul haya estado jugando a dos...

-¡No lo está! Ella... tiene un problema. –les dijo Maka. –Un serio problema. Maka vio cuando los policías pudieron ponerle las esposas tranquilamente tras la espalda. Blake llegó jadeando, de la mano de Tsubaki.

-Alguien me llamó, ¿Están ustedes bien? ¿Maka qué haces aquí? ¿Qué pasó? -Su mirada se dirigió a la mano que aparecía tomada entreambos.

-Hola... ehhh supongo que ahora somos canon. -Maka soltó una risita. 

Coffee MatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora