Abril

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Nota de autor: La verdad esta parte no estaba en la escaleta original. No tenía pensado continuar hasta este punto, pero los ánimos que me han dado ayudaron a seguir con esta idea, este mundo. Agradezco el apoyo, y de paso comento dos cosas, las estrellitas ayudan a visualizar las historias, y el botón seguir también. 
Tengo otras historias de Soul Eater, dense una vuelta.

Ahora sí, Abril.

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-Pero Soul, ya le pediste ser novios o salir. 

-No, te dije que no hemos tenido tiempo. En realidad, cuando nos vemos no hablamos mucho tampoco, es como abrazarnos o comer. 

Liz soltó una de esas risotadas que doblan el estómago. 

-Qué sucio -musitó Patty. 

-No, no me refiero a... no ha pasado nada de eso. De hecho... me detiene eso. La regla de no salir con Maka... ¿A qué se debe? 

La carcajada se detuvo bruscamente. Liz jadeó un poco, para controlar la respiración. -Creo que eso debes preguntárselo tu mismo. 

Blackstar entró en el café en ese momento, con su acostumbrado ruido y tonterías varias. Cuando entró a cambiarse, Soul retomó la conversación con Liz. 

-Es difícil ahora, entre tanta entrega. Ya estoy libre, Maka hoy se supone que hacía su última ponencia. 

-¿La de los fondos para su empresa? 

-Sí. Aunque no los gane, tenemos financiamiento asegurado, pero ya sabes como es... 

-Tiene que ganar todo. ¿Viene ahora?

-Se supone. -Le respondió lacónicamente, extrañado de la demora. 

Vino la hora rush, y se fue. Descansaban preparando la hora de almuerzo. Blackstar terminaba de limpiar cuando una cabizbaja Maka entró. 

-Oye, no te pongas así -Blackstar fue el primero en acercarse a ella. -Ya sabes que no es la única forma de financiar tu empresa. Buscaremos otra cosa. 

Ella negó con la cabeza, y le mostró una carta. Tenía el timbre rojo EVICTION marcado. Fue Soul quien llegó a su lado, Liz corrió a poner el cartel de "cerrado" en la puerta. Maka nunca lloraba, y en cambio, había llegado con al rostro hinchado. 

-Tendrás que mudarte. -Soul leyó la carta - El municipio dictaminó que el edificio donde vives deberá ser derrumbado. No es tan grave, te ayudaré a buscar otra cosa.

-No entiendes... no gané el premio, no tengo mas beca de arriendo... -empezó a sollozar de nuevo -No tengo cómo seguir el próximo semestre y era el último. 

-¿Tienes algo que hacer esta semana, Maka? -Le preguntó Liz. Entre sollozos y lágrimas, la rubia sacó su agenda, limpia. Volvió a llorar a gritos. El poco público presente en la cafetería los miraba, pero luego se preocupaban de sus propios asuntos. Soul no atinaba a abrazarla, pero Star tampoco. Fue Liz quien llegó con un vaso de jugo y se lo plantó delante.

-Tómalo, o te dolerá la cabeza. 

Maka se lo zampó, acomodó la cabeza entre los brazos, y los sollozos empezaron a calmarse de a poco, hasta detenerse totalmente.

-Llévensela al cuarto. Le di una clona disuelta, si no era una visita a urgencias y no queremos eso en su historial. 

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Soul la llevaba en la espalda, Blackstar llevaba sus cosas. Ambos iban con el uniforme de Spartoi. Era la primera vez que Soul traspasaba la reja de entrada de ese dormitorio, el último de solo chicas que había en el campus. De camino, le explicó que era el mas barato y el mas insano de todos los apartamentos, pero las bizarras reglas sobre las becas obligaban esta diferencia extraña. Soul nunca había pensado en eso, como vivía cerca del campus al principio no los había ocupado, fue sólo al mudarse con el joven de cabellos azules que había empezado a pensarlo, a comparar el solitario lujo en el que había vivido con la calidez del desastre. 

Como dijo su madre, tal vez las cosas hubieran sido distintas si al menos uno de ellos lo hubiese esperado a cenar. Una vez ahí, una chica les abrió la puerta del apartamento de Maka. Soul la dejó en la cama, un cajón con un colchón levemente alzado del suelo. Miró alrededor, el contraste entre el impoluto orden y lo feo de las paredes, el piso, las grietas que parecían inundar todo. 

-Creo que debimos llevarla a nuestro lugar mejor -dijo Blackstar -Me queda una entrega y según las reglas no puedo dejarla aquí contigo. 

-Yo me quedaré también- dijo la chica. -Ve tranquilo. Al menos hasta que venga Tsubaki. 

Soul se sentó en el suelo. El lugar era mínimo, de concreto, con un lavatorio a un lado. Una mesa con un hervidor era todo el mobiliario que había en el lugar, junto con una silla y un closet. Los libros estaban en distintas pilas repartidos por el suelo, igual que los cuadernos. La chica se instaló a leer y tomar apuntes. No hablaron en todo el rato. Soul escuchaba música, planificando una melodía en la que estaba trabajando. Llegó Blackstar con algo de almuerzo para los cuatro, la chica lo rechazó y se fue. 

-Hay algo de lo que quiero hablarte -Le dijo Blackstar. -Quiero mudarme con Tsubaki. 

-Oh -Dijo Soul, recordando de pronto algo. -Es buena idea, mis padres me dijeron que necesitan que me cambie de cuarto también. -Blackstar lo miró extrañado -La loca puede volver. Me dijeron que ellos nunca concertaron ningún matrimonio, ella había inventado todo, entonces temen que aparezca de nuevo con ese show. 

-Cierto. Bueno, pensaba que estarías triste por no compartir cuarto con este dios. Mh... ahora que lo pienso... ¿Crees que Maka acepte ser tu roomate? 

Soul casi escupió su comida. 


Coffee MatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora