{DabixHawks} ✨
Cuenta la leyenda que dos seres se amaron tanto que crearon más allá de una vida
- Cuándo me convierta en estrella yo ya no podré sentir, ya no podré amarte y mucho menos podré sentir ese cálido sentimiento que tú creas en mí - sus...
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Muchos creen en un Díos; un ser divino, creador y fundador de lo que nosotros conocemos como vida. Otros sin embargo creen en la ciencia, algo que da pruebas concretas y demostraciones.
Pero hay una leyenda, una muy antigua y triste. Dos seres que se amaban con locura y radiaban felicidad cada vez que podían estar juntos.
Poco les importaba si el tiempo que tenían para estar juntos eran unos segundos, unos minutos o un par de horas; en el mejor de los casos una noche o un día completo, disfrutando el uno del otro.
— Te tardaste— bufo un rubio cansado de esperar a qué su ser amado llegará a su cita planeada
— ¿Qué son unos minutos en seres inmortales como nosotros?— una mueca de desagrado se hizo presenté en su contrario, una que no pasó para nada desapercibida
— Apenas podemos estar tiempo juntos y cuando podemos tú llegas tarde— sus ojos dorados como el oro se posaron en los oceánicos de su amante
—Perdón, no era mi intención llegar tarde. Pero ya sabés cuáles son las condiciones para que me dejen salir—
— No crear ningún ser vivo y no enamorarte de una futura estrella, y última pero no por ello menos importante no estar con un ser de luz cómo....yo — ésas últimas palabras le habían dolido bastante
Él era puro, era un ser de luz. Un ser creado para alumbrar lo oscuro, para calentar los corazones de los seres tristes y vacíos. Hawks no era libre ni feliz, vivía por y para su misión; convertirse en una estrella, una de las miles que ya había en el universo.
Dabi era todo lo contrario, era oscuro y nada podía alumbrar su tenue y rota vida. Sólo había sido creado para destruir a las futuras estrellas, esos odiosos destellos de luz que alumbraban el todo lo oscuro y tenebroso.
— Odio esas normas, no quiero vivir de esta manera— Hawks sonrió por debajo de su capucha blanca, le hacía gracia como Dabi decía esas palabras tan odiadas para ambos
— ¿Acaso es vida lo que tenemos? — soltó despreocupado— Te amó, con toda mi alma y aún así eso sigue sin ser suficiente para que podamos estar juntos
— Yo también te amo Hawks, y creeme que daría cualquier cosa por qué estemos juntos, aunque fueran un día completo— destellos azules se dejaban ver por debajo de su capucha negra
— Nos queda una hora antes de que yo me tenga que marchar Dabi, ¿quieres hacer algo en especial?— esté lo pensó por unos segundos, no podían ir a lugares muy transitados y mucho menos mostrar algo que no fuera odio y asco mutuo por lo que la tenían difícil
— Quiero ir a nuestro lugar— él rubio asintió y con una sonrisa traviesa se transformó en un rayo de luz pará llegar antes que Dabi
Ambos terminaron en una cueva con enormes cristales de distintos colores colgando del techo y pequeñas rocas rosaceas y blancas que alumbrabanuna una diminuta laguna. Era un lugar tranquilo, apartado y testigo del amor que esas dos divinidades se tenían.
