XII

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Ocho años antes

Samuel jugaba a las traes con todos sus hermanos, se divertía pero nunca dejaba de tener una sensación completamente molesta, el haber visto dos semanas atrás de la recogida de uno de sus hermanos, lo traumó.

-– te encontré – salta Susan hacía el para tocarlo siendo esquivado por el castaño

– ja buen intento Tsu, me retracto, fue un pésimo – se burló para empezar a correr de la chica.

Susan enojada por la burla de su amigo lo levanta con sus habilidades haciendo que el joven levite en el aire quedando de cabeza intento el tratar de escapar como un perrito nadando.
Luego de rendirse la rubia se acerca y toca la nariz del castaño.

– lo siento, pero ya perdiste Sammy – hablo dejándolo en el suelo.

– ya que, solo busca a Dan.... Fastidiosa – se quejó caminando hacia el jardín principal.

– ¿Ya te atrapó? – pregunto burlona la heterocromoquiana despegando sus ojos del libro para mirar a su hermano.

– muy graciosa Aisha, duele que mi hermanita se burle así de mi – fingió estar afligido.

– hay vamos, si no fuera porque tuviste esos problemas existenciales el año pasado no te habrías entrado de que éramos hermanos – se volvió a burlar pasando a su lado

– que cruda – se quejó con una sonrisa ladeante.

150638

En la noche Samuel entro a la biblioteca viendo a sus dos mejores amigos y a Ray esperando.

– ¿Se puede saber para que nos citaste a estas horas? – pregunto Dante mirando serio y con sueño.

– mejor que vallas al grano, se ve que estaba tan linda la cama, que no quiso salir – se burló la rubia recibiendo un libro por la cabeza de parte de su gemelo.

– no hagas eso, romperán el libro – se quejó Ray leyendo un libro para niños.

– bien... Recuerdan que fui a la puerta la noche que se llevaron a Woo Bin – recordó a lo que los niños asintieron. – bueno... Descubrí que este lugar es... Una granja humana – dijo entrecortado el castaño.

La risa de Susan se hizo presente, mientras la seriedad de Ray y la sorpresa de Dante se hizo notar después.

– si muy gracioso, y yo soy un ser demoníaco del país de Nunca jamás – se burló la rubia. – ya encerio, solo para esa broma de mal gusto ni venía – siguió las risas la jovencita

– no miente – hablo seriamente Ray dejando el libro y señalando con la vista el rostro triste de Sam.

– no puedo creerte eso Sam, mamá es muy buena, además por qué sería así, para eso nos crían como a las vacas y punto, no entiendo por qué.. – dejo de hablar al ver las lágrimas en los ojos de Samuel.

– no creo que mienta – hablo Dante colocando una mano en la de su amigo – Samuel siempre amo a mamá, y ahora le da miedo verla a los ojos, la evita mucho, pero no tanto como para que ella sospeché. Sin mencionar que ya no come carne – le finalizó viendo cómo finalmente Samuel lloraba en silencio.

– no... No puede ser – dijo la rubia con las manos en su boca sorprendida – pero entonces... Por qué dices esto frente a Ray, piensa un poco Sam tiene cuatro años – se quejó un poco más sería la rubia.

– no tengo problema – hablo el azabache dejando el libro – yo... Ya lo sabía – dijo Ray

– ¿Desde cuándo? – pregunto Susan

Se mi deberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora