Secretos: 24

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—te noto diferente. Le dijo Tn. Tan inocente y sin intención de nada. Catalina intentó disimular, ahora sentada en el sofá principal de la casa de Naim.

—¿encerio? Estoy igual… eres tú la que está diferente. Ambas sonrieron. —Jean te ha cambiado.

—vaya, así que tu si conoces a mi novio pero yo no al tuyo. Tn sonrió, divertida. Lo que no sabía era que Catalina sabía muchas cosas más de Naim que ella misma. Secretos. Secretos que ella aún no descifraba.

[…]

—y vive en Kingston. Continuó Libardo. —está aquí y por eso he venido.

—¿como sabes que vive aquí?. Pregunto Naim.

Entonces Libardo cayó. Se hizo un silencio entre los dos por un largo tiempo. Necesitaba meditar su respuesta. Una respuesta que significaría miles de recuerdos. Los peores y más repugnantes de su vida. Recuerdos para él. Recuerdos para Naim. Pero tenía que decírselo antes de que fuera demasiado tarde. Antes de que Catalina no fuera la única afectada, si no también… Tn

—vive aquí… y tu lo conoces…

[…]

Tn intento disimular su mirada. Pero había mirado las mismas marcas más de dos veces

—no es nada. Le dijo Catalina. Trago saliva y se cubrió los moretones del brazo con la chaqueta.

—¿como te lo hiciste?. Preguntó Tn, realmente preocupada.

Entonces Catalina prefirió callar por un momento. A pesar del tiempo Tn seguía significando mucho para ella. Seguía confiando tanto en Tn que sentía que merecía saber la verdad. Verdad que Catalina ya sabía y le ha costado tanto afrontar. Los ojos se le envolvieron en lágrimas. Queriendo llorar tan fuerte como podía.

Desahogarse tanto…

—abusaron de mi.

[…]

—se que ha sido el hermano de Natalia. Natalia.

Y entonces todo se volvió borroso. Como si un inmenso huracán hubiera atravesado su vista. Como si un volcán hubiera explotado frente a sus ojos. Un volcán lleno de recuerdos, de secretos, de miradas de llanto, de lágrimas, de insultos, de miedo… miedo puro, de rabia, del peor momento de su vida. Del que se sentía avergonzado. Perdoname Natalia… Naim endureció los pómulos

—no tienes pruebas…

—se está vengando Naim.

—¡no!. Grito él.

—él tiene una casa en el lago ¿lo recuerdad? Aquella que está justo al lado de la de mis padres… es ahí donde me he quedado con Catalina todo este tiempo.

—es imposible ¡joder! eso pasó hace tiempo…. Naim trago saliva.

—él fue él imbecil que se atrevió a tocarla. Lo vi el mismo día Naim, no había nadie más en el lago que nosotros y él. Intentó hacerlo entrar en razón. —se está vengando…. Lo miró. Naim colo sus manos sobre su nuca. Esto… esto no podía estar pasándole. —por lo que hicimos con su hermana.

[…]

Tn se puso una mano en los labios.

—¿eso lo sabe Libardo?

—si, por supuesto…. Las lágrimas caían sobre sus mejillas rosas. A Tn le dolía la garganta de tanto aguantarse el llanto.

[…]

—también tenía que contarte esto… yo… por un momento llegué a pensar que… Tn también…

—no. Respondió Naim. —no tiene ni idea de lo qué le pasaría si llega a ponerle un solo dedo encima.

—entonces acabemos con esto. Le dijo Libardo.
—que sepa que se ha metido con la persona equivocada.

Naim asintió. Y de esa forma camino hasta su casa. Con un punto claro. Lo que le había hecho a Catalina no tenía nombre. Y sabía que a Libardo le había afectado más que nunca. Por eso demostraria que nadie nunca se debe meter con ellos, así esa persona involucrará su pasado. No debería meterse con ellos y mucho menos con las personas más importantes de sus vidas. Lo demostrarían, por algo eran los más buscado de Estado Unidos y América Latina.

Espero que les esté gustando mucho con demasiado bye 💛💛💛💛

Secretos (Naim Darrechi y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora