Secretos: 30

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Cinco años atrás. 24 de Octubre. Un día antes la motocicleta de Naim había amanecido completamente desmantelada frente a su casa. James le había jugado la broma del siglo. Pero eso no se quedaría así.

—entra. Libardo la empujó para que pasara. Apenas tenía 16 años, pero tenía un culo y pechos deseables. Libardo cerró la puerta de la habitación, y en esta habían tres hombres más.

—¡tomate otra no seas cabron!. Río Ralf.

—¿cabron yo?. Naim lo empujo con fuerza. —mide tus palabras imbecil. Le reprocho. Había tomado más de la cuenta. Como nunca en su vida. En ese momento, y retado por Ralf, se tomó otra botella de whisky entera. Un poco de ese líquido le callo por la boca.

—ya joder… si salimos manejando así nos quitaran las motos. Protesto Jean.

—eh Ralf, tranquilizame a la mariquita de Jean por favor. Esta vez Libardo lo empujó con fuerza apartandolo. —miren a quién traje. Sonrió.

—vaya vaya… ¿la hermana del perdedor?. Pregunto Naim divertido.

—exacto. Contestó Libardo. La sostuvo del brazo para luego tumbarla sobre la cama. —dime que no está buena…

—no podría. Negó Naim. Mirándola sin descaro alguno. No era su tipo. Pero esa noche sólo le provocaba follar. —mierda…. Se quejo Naim. —¿cómo es que no te invite a mí cama antes?

Todos rieron. Incluso Jean hizo una mueca. Ralf sacó otra botella de Whisky e intentó tomar de ella, pero Naim se la arrebató. Tomó de ella un pequeño fragmento y luego la regó sobre el escote de Amanda. Succionó sobre su pecho lo que quedaba

—sabe tan bien…. Le dijo a los otros. Ella solo cerró los ojos. Trago saliva e hizo fuerza en los brazos para intentar soltarse. —hey bonita… calmate…. Le sonrió. Libardo también se inclino y provo una pequeño bocado del whisky entre sus senos. Fue cuando ella perdió completamente el control.

—¡sueltenme!. Grito. Con el miedo reflejado en sus ojos y agudizando su voz. —¡por favor  sueltenme!. Les pidio. Los ojos se le llenaron de lágrimas.

Pero en vez de soltarla, la cogieron más fuerte entre los tres. Jean sólo se dedico a observar, no quería ser participe de esto. Contando que los demás están tan ebrios que con costo podrían reconocerse entre ellos. Fue hasta la ventana, encendió un cigarrillo y fumo… fumo y fumo mientras veía los autos pasar por aquella ventana en ese gran edificio de hotel. Fumo y fumo… mientras escuchaba los gritos desesperados de Amanda y las risas de sus amigos. Fumo más. Y los gritos se iban apagando. Y ellos se habían dejado de reír. Y ahora ella lloraba con él alma, pero en silencio, abrazando una almohada en esa cama en la que habían abusado de ella y se habían burlado tal y como a una zorra.

Dos días después ella no pudo soportar ni un segundo más ese repugnante recuerdo. Y se quito la vida mientras manejaba el auto de James. Y en ese mismo auto, había dejado escrito una carta… donde contaba sin nombres lo que habia sucedido con ella ese 24 de Octubre.

[…]

Las lágrimas de Tn caían por si solas. Aquella historia había sido la más repugnante y sucia que habían escuchado sus oídos. No lo creería si no tuviera las pruebas en sus manos. La carta de Amanda está justo frente sus ojos.

—¿aún crees en él después de esto?. Le preguntó James. Una pregunta que le hizo pensar muchísimos, pero ahora podría responder con seguridad. No creía en él. No creía en él ni un segundo más. Era un secuestrador. Un criminal. Un maldito criminal que había jugado con sus sentimientos. Que la había enamorado tanto… que hasta la había cegado  la había hecho creer que lo malo era bueno, y que lo bueno no para ella. ¿Cómo creerle a alguien así? ¡Joder! Le daba tanto asco haber compartido la cama con él todos los días. A verlos besado y decirle sobre todo que… lo amaba. Le daba tanto asco a ver tenido que confiar en él mientras no sabía lo que había hecho en el pasado.

Intentó dejar de llorar. Pero no podia. Parte de su cuerpo y emociones le pertenecían a él. Parte de su vida era él. Parte de sus lágrimas eran para él. Al igual que su corazón.

Esa noche tenía lago claro… Naim la había perdido para siempre.

Espero que les esté gustando mucho con demasiado bye 💛💛💛💛

Secretos (Naim Darrechi y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora