Nueva Oportunidad Para Sonreir 《PerthSaint》

Capítulo VII

Mean sabía y odiaba todo lo que sus pequeños pasaban. Ya habían pasado dos semanas desde que había estado durmiendo con ellos y no podía evitar que sus pequeños no temblaran ante cualquier toque.

Perth había olvidado las últimas pesadilla y había comenzado a hablar más con Saint y con Gun. Quienes eran los únicos aparte de mi que lo podían tocar con confianza.

Saint por otro lado se había vuelto más comunicativo a la hora de expresarse y de pedir algo. Lo cual era un grana avance.

Por otro lado estaba el mensaje que su madre le había enviado, tener que soportar a su madre, a su hermano y hasta su tía en un día era imposible, pero felizmente faltaban semanas para eso, total tenía unos hijos que cuidar para preocuparse por otros.

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Plan sabía que no debía encariñarse con los niños, pero no pudo evitar hacerlo. Eran tan lindos y educados para ser niños de 6 años.

Aunque sabía que eran así por el abuso por el que vivieron no pudo evitar verse en ellos. Lindos niños que no tenían culpa de nada, solo de haber nacido en familias que no tenían ningún pudor en hacerles daño

Pero lo mejor era que ellos si tenían la ayuda necesaria para poder sobrellevar esto.

Plan por milésima vez se recordó que a pesar de querer a los niños, el era solo un psicólogo. Un psicólogo que poco a poco se veía querer más formar parte de esa familia, que aunque fuera pequeña, era la única familia en la que deseaba formar parte.

Soltando un suspiro, se recostó en la cama y dejó que el sueño lo llevará, dejándose soñar con pequeñas sonrisas, risas hermosas y una cara que no reconocía pero le hizo recordar sentimientos olvidados.

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Gun por su parte desde que conoció a los niños había quedado perdidamente enamorado de ellos.

Ser un Atthaphan lo había llevado a ser una de las personas más importantes en el país, pero también a ser uno de los personas más tímidas y desconfiadas del mundo.

Ser un Atthaphan era sinónimo de ser de lo mejor de tu clase, hacer lo que te manda, mantener la cabeza abajo cuando has hecho las cosas que se ven mal, no juntarse con personas que no están a tu nivel y muchas cosas mal.

Y Gun agradecí a infinitamente haber conocido a Off y haber podido salir de esa casa que lo habia llenado de terror tantos años.

Gun para muchos era una persona descarriada, una persona que dejó lo que tenía por un hombre que no vale nada. Una persona egoísta que dejó a varios de los mejores pretendientes por un abogado de cuarta.

Pero a Gun nunca le importo que hablaran de él, porque lo único que el esperaba era ser feliz y formar una familia con la persona que amaba, y lo estaba logrando.

Gun solo sonrió ante lo que había dejado atrás y se encaminó a un sueño en el que veía a sus hijos correr por un hermoso valle y el acostado mirando el cielo y dejando caer con delicadeza su mano en el que llevaba un hermoso anillo.

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Off por otra parte, siempre tuvo que valerse por si mismo. Sus padres habían fallecido cuando el tenia 9 años y se había quedado a cargo de su abuela. Quien a pesar de ser muy joven, no tenía un trabajo y nada con que mantener a su nieto.

Off desde los 10 años comenzó a trabajar en lo que pudiera haber en el negocio y se hizo conocido en todo su barrio por sacar adelante a su abuela y a él. Y ser de los mejores en la escuela.

Off no podía verse reflejado en los pequeños, por que aunque no tuviera mucho, había sido amado por sus seres queridos hasta el final de sus días.

Pero podía sentir el dolor y sufrimiento de ellos, ya que a pesar de salir adelante, tuvo traumas y varias caídas de las que pudo salir. Pero que fueron muy duras de superar.

Para Off que uno de sus mejores amigos pudiera salir adelante y poder sobrellevar lo que paso con los pequeños, era lo mejor que había podido tener a parte de sus pequeños.

Ahora solo esperaba que pudiera sonreír más y dejarse ver como era antes. Una persona que por primera vez sabe lo que es una familia.

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—Mean, solo serán dos días. Nada malo pasará.- Gun estaba sentado esperando pacientemente lo que vendría, no por nada era el maestro de la manipulación.

—pero ese es el problema Gun, no sabemos que podría pasar allá. - Mean solo se mantenía parado para poder evitar gritar a la persona frente a él.

— y yo te digo que no hay problema, en ese lugar no habrá nadie, por que es privado, un regalo que me dio mi abuela antes de morir. Asi que mejor ponte a empacar tus cosas y la de los niños por que salimos mañana a primera hora. - Gun solo se paro y camino hasta la puerta, no sin antes voltear - y no se diga más.

Mientras Gun salía, dos pequeños se despedían de él y entraban corriendo a la habitación y se encontraban a su Min-Min sentado pensando.

—Min-Min ¿qué pasa? - Saint quien decidió sentarse a su lado, preguntó.

—no pasa nada niños - dejando sus pensamientos atrás regreso con ellos - por que mejor no van y alistan sus cosas que nos vamos de paseo.

—¿paseo? - dijo Perth con su vocecita, mientras sus ojos brillaban más que los de Saint.

—sí, pequeños nos vamos de paseo.

—¿a dónde ?

—a la playa.

—siiiii

Mean sonrió ante la emoción de los dos niños y no pudo dejar que el pequeño calor en su pecho lo inundará, si así se sentía hacer feliz a tus hijos, esperaba hacerlo siempre.

♡Ale☆