Advertencia : en este capítulo se verá pedofilia, abuso sexual infantil.
—Perth. - se escucho por toda la casa. - donde estas niño idiota.
—aquí señor. - hablo el niño con su vocecita, no más que un susurro.
—prepara mi café y te pones ese lindo vestido que te compre la semana pasada. - dijo sentándose en la mesa.
—Si, señor.
Perth corrió hacia la encimera y con sus pequeñas manitos teniendo cuidado bajo las cosas para prepararle café.
Sin embargo sus manos quedaron un poco adolorida por las pequeñas gotas de agua caliente que cayeron en su mano.
Sin esperar corrió a su habitación y comenzó a desvestirse lentamente, cuidando de no tocar las heridas que el "señor" le había dejado cuando ellos "jugaban".
Sus manitas agarraban el vestido blanco que le había comprado y pensó que era muy bonito para alguien como él.
Se lo puso con cuidado y amarró los pequeños zapatos blancos que caían con su vestido. Se paro y se vio en el espejo.
"sí" pensó. "justamente el no era bonito para ese vestido"
Bajo despacio queriendo evitar llegar hacia el comedor. No quería que su cuerpito volviera a doler. Terminó de llegar y se sentó. Como niño bueno que era,tenía que poder bajar el dolor este día.
Vio al "señor" pararse y dejar la taza en el lavadero y acercarse a él. No supo cuándo, pero ya se encontraba en el regazo del "señor".
—que hermoso te ves con ese vestido.- hablo con la voz ronca. - eres tan hermosa. Mi muñeca hermosa,vamos a jugar
Sus manos bajaron y acariciaron los muslo del niño mientras que iba quitando los zapatos de su pies.
Perth se quedó ahí callado aguantando las lágrimas salir y evitando querer correr y esconderse. Tenía que permanecer sentado y obediente para que no le doliera mucho.
Pero no duró mucho antes de que los pequeños sollozos de Perth rezonaran en las paredes, las manos del hombre habían llegado metiendo los dedos dentro de él uno por uno. Dejándolo sólo por unos segundos antes de separarlo un poco.
Sacó su polla y comenzó a masturbarse viendo al pequeño niño que tenía el vestido desarreglo y sus ojos y mejillas rojas por las lágrimas salidas, lo acerco mientras se sentaba y sin pensarlo sentó al niño.
Haciendo que su miembro entre en el, escuchando el grito desgarrador del infante al verse abusado brutalmente los ojos se le llenaron de lágrimas estocada tras estocada. No pudo evitar gritar cada vez más fuerte.
Después de ese momento la mente quedó en blanco, solo regresó en sí cuando sintió que era bajado y mandado hacia su habitación. Perth corrió hasta llegar a su cuarto y la cerró con seguro.
Se acerco al espejo y se vio sus mejillas manchadas de lágrimas, sus ojos rojos, sus labios con sangre y adoloridos por haberse mordido evitando gritar las primeras veces.
El vestido estaba manchado por atrás lleno de sangre, se lo sacó y se vio de pies a cabeza desnydo viendo como los moretones y quemaduras marcaban casi todo su cuerpo.
Temblando entró en la ducha y abrió el grifo, sintiéndose mejor cuando comenzó a lavarse quitándose la "suciedad" de su cuerpo. Y lloro por que esa era su vida y el no la quería.
*******
Sintió su cuerpo ser movido y se dio cuenta que estaba llorando. Temblando se alejo de la mano que se poso en su cuerpo.
Grito cuando vio que la persona que lo tocó se acercaba. Se alejo hasta el rincón más oscura y se abrazo sus rodillas.
—Esta bien, calma pequeño. - dijo la voz hablando suavemente - soy yo Min-Min, nadie te hará daño.
Also la mirada y vio que era cierto, ya no estaba en esa casa, ahora vivía en otra. Una más bonita, una con su familia.
Sin dudarlo se acerco lentamente y se abrazo con fuerza a Mean, llorando y diciéndole que no lo dejara.
Ese día durmió acostado en el pecho de Min-Min sintiendo que su pecho se calentaba gracias a los latidos en su oído y a la pequeña mano de Saint que lo sostenía.
No me maten, era mucho amor y caramelo.
Y tenía que llevar a la realidad. Los niños
tienen mucho por delante para superar esa parte
de su vida.♡Ale☆
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Nueva Oportunidad Para Sonreir 《PerthSaint》
FanfictionPerth y Saint dos niños sin ningún parentesco, no se conocían, no vivían cerca, pero los dos tenían algo en común, los dos estaban rotos. Mean era un empresario a sus 24 años, tenía todo menos una familia. Plan era un psicólogo a sus 23 años fue abu...