❖Hibisco.❖

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- Ven Conmigo.    -el chico retrocedió aún estando en el Pasto cuando le extendí mi mano, oí un sonido familiar, era su estomago.

- La Guerra genera escasez de Recursos.   -gire mi cabeza hacía mi bolso metiendo mi mano para sacar agua y Pan aunque mi Hogar no estuviera lejos del Rango en el que nos encontrábamos, no dejaría las cosas que estaba haciendo por Hambre.

Su mano se extendió lentamente e inseguro, lo tomo oliéndolo primero para después comerlo.

- ¿Quién eres?.    -me senté en el pasto mirándolo comer rápido.

- N-No se si eres de confiar.   -uno de sus ojos se veía, me daba curiosidad saber porque tal forma.

- Creo que tengo tu misma edad, estamos en época de Guerra y no creo que veas a una niña sola en estos Panoramas todos los días.   -detuvo su comer mirándome, su pelo estaba mojado y cubría la mayoría de su rostro, Suspire.

- _________ Satō.    -terminaba de comer el Pan mientras le servía agua, la extendí y la tomo plácidamente.

- N-Nagato.. Nagato Uzumaki.    -no sonreí, mi mirada neutral seguía y no quería preguntar mas cosas sobre él.

Me levanté seguía de su mirada con su pie aún extendido, me coloque al lado suyo tomando con delicadeza su brazo, no se quejo.

- Camina con un solo pie.   -asintió y caminamos hasta llegar a mi Hogar.

Abrí la puerta, de inmediato miro todo el lugar como si buscara algo, lo senté en la silla del comedor haciendo que extendiera la pierna.

- ¿Vives Sola?.    -Busqué el botiquín que tenía, la pregunta no la respondí. No advertí que dolería, aunque lo hiciera con calma se quejo, seguí curando su herida ya que sino se infectaría.

Tome una gasa y después la venda para recubrir su pie, mire por unos instantes sus ropas, volví a bajar la mirada para no hacer mal el vendaje.

- Puedes comer más, pero primero deberás cambiarte o te resfriaras.    -me miro con su único ojo visible. Negó múltiples veces algo que tome por extraño.

- Tengo compañeros que están aún el mi Aldea, unos Ninjas nos atacaron y por instinto salí corriendo hasta que caí aquí, No se si están bien por lo que..   -antes de terminar se quejo por el dolor de intentar levantarse, habló demasiado rápido por lo que solo entendí unas cuantas cosas.

Suspire y lo volví a acomodar en la silla delicadamente.

- Podrás buscarlos cuando sanes, así no llegaras muy lejos.    -bajo la cabeza, lo tome como decaído pero no dije nada y me acerque a el mueble de la cocina al lado nuestro.

- Es pequeña tu casa, pero creo que es acogedora.   -miro a los lados, tome un plato hondo y serví algo de sopa que quedo de la mañana, no era mucha.

- Traeré otras ropas, el baño está al lado de mi habitación.    -no tenía paredes, era libre, en cuanto entraba se podía ver mi cama y la puerta del baño así que no pienso que dude en donde está.

Camine un poco hasta abrir el cajón de la mesita de noche, las ropas le podrían quedar grandes pero por lo menos están secas. Las junte y las lleve hasta el baño, volví para ver como estaba, no huyó ni nada por el estilo. Quizás le quedo claro la condición en la que estaba.

Aún comía la sopa, alcé mis cejas notando que me dirigió la mirada.

- E- Esta rica..  -volvió la mirada al plato.

- Voy a ir a el huerto, no está lejos, deje las ropas que quiero que te pongas en el baño.   -me dirigí a la entrada donde tome un palo de madera tallado, lo sostuve fuerte por un instante. Volví ala cocina y lo deje a un lado suyo.

- No entiendo como llegaste, en toda la zona hay  Adelfa y no se puede ingresar tan fácil.   -me miro confuso ya que hable entre dientes, negué y volví a recalcar que iría al huerto.

No lo conozco, mucho menos se algo de él pero no había recibido compañía hace mucho. No tenía heridas ni síntomas de haber tocado la planta así que podía quedarse.

Ingrese pasando los Hibiscos, crecían al rededor de toda esta parte del bosque, era lo que más me gustaba.

- Llegué.   -la bolsa que seguía sosteniendo la deje en el pasto y me hinque al lado de esta.

Junte mis manos quedándome así por un rato, saqué el agua de la bolsa y la deposite el la flor roja que crecía en medio de los dos sonreí ya que aún no se marchitaba.

Mire hacía arriba escuchando explosiones, suspire algo, eran alejadas.

- Espero que no pasen como la última vez.


In The Rain. »Nagato Uzumaki y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora