𝗖𝘂𝗿𝘀𝗲𝘀 [ Jujutsu Kaisen One-shots ]

𝗡𝗮𝗻𝗮𝗺𝗶 𝗞𝗲𝗻𝘁𝗼 | 𝗢𝗳𝗳𝗶𝗰𝗲 𝘄𝗼𝗿𝗸

[Fem Reader x Nanami Kento]

El trabajo en la oficina era duro, quizá porque era tu primera vez pero realmente era exhaustivo para una simple secretaria.
(N) traeme esto, (N) traeme aquello, era agotador.

Y hoy fue uno de esos días, yendo de aquí para allá con papeleo y tazas de café. Y para empeorar todo, los zapatos te estaban ajustando cada vez más.

Parabas a cada rato para poder acomodarlos nuevamente y seguir tu camino, suerte la tuya, Kento Nanami te tenía en ojo. Notó cómo parecías más estresada de lo normal.

Ambos ya se habían conocido, tu trabajo era también cumplir con las órdenes de Nanami así que a veces hablan.

El ir y venir de tus zapatos parecía doloroso así que no tuvo otra idea.

"(N)" miraste en su dirección al escuchar tu nombre.

"Señor Nanami ¿necesita algo?"

"Hay un par de zapatos en mi locker ¿podrías traerlos porfavor?"

"Claro" buscaste los zapatos dónde el dijo, aunque al principio no entendiste cuando los puntos conectaron te avergonzó la idea de que te estuviera dando sus zapatos.

Y así fue, tuviste que ponerte los zapatos de tu superior, aunque estabas agradecida de poder caminar en paz por el resto del día

"La próxima vez no deberías usar zapatos que te lastimen cuando caminas"

"Muchas gracias señor Nanami, debo volver a trabajar" te despediste con una sonrisa.

Habías llamado la atención de Nanami hace tiempo y tenía intención de cruzar contigo un par de veces más.

"Que recuerdos" descansaste tu cabeza en su hombro relajada por lo bien que se sentía el agua caliente sobre tu cuerpo.

"La única parte buena de trabajar en una oficina" sus manos bajaron por tu cintura hasta tu cadera para descansar sus manos ahí. Si, ambos terminaron juntos, aunque la forma es demasiado vergonzosa cómo para recordarla, es historia para otro día.

"Dejaste de ser un empresario común para vivir conmigo y bueno lo demás claro" trazaste círculos sobre sus brazos, no tenías permitido meterte en esos asuntos extraños.

"Fue la mejor decisión" dejó un beso sobre tu cuello que se sintió cómo una caricia sobre tu piel.

"No mueras ¿Si Nanami?" Desviaste tu mirada a los miles de azulejos del baño, todo era tan precioso en tu vida y no querías perder a la parte importante.

Nanami se quedó en silencio, su única respuesta fue dejar un beso más sobre tu mandíbula. Las cosas son complicadas con un hombre cómo Nanami, pero el amor no falta.