DAMA LIMEÑA

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Risueña ingresa la dama,
miradas fijas en su tapadera,
oculta tras de sí la luna,
sus labios el deseo de este escritor.

Ah! Buena dama.
Dejeme dedicarle esta poesía,
y quizás caminar por estas calles,
y quizás degustar de sus manjares.

Mi deseo no es suplica,
retiene en mi la pasión.
Triunfante limeña,
de sangre española,
soñar contigo de día,
hacerte mi vida en la noches.

Cantar de mis cantares,
poemas que son sólo letras.
No me dejes profanar,
obras que te he dedicado aún en mi pesar.

Ah! Buena Limeña,
que con sus pisadas ha quebrado mi humilde corazón.
De mi ya no queda nada,
cuando tus besos son del español.

Y por si hipócrita me quieras tomar,
recuerda que mi amor solo a ti te llegué a entregar.
No puedo odiarte,
tampoco volverte a amar.

Poesía y Reminiscencias de un Peruano Entristecido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora