Un punto...

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Llegas al punto de tu vida en el que te das cuenta de que no todo es como pensabas.

Llega una persona, que te hace sentirte bien contigo mismo, te hace tener la autoestima que tanto ansiabas. Pero todo cambia. Todo se esfuma como el humo de tu boca tras darle una calada a un cigarrillo. Ese es el momento en el que caes, a un vacío del que sólo tú puedes sacarte. Es entonces cuando te das cuenta de que tu autoestima y amor propio no deberían depender de una persona ni de los comentarios que recibes en distintos momentos de tu vida. Recapacitas y procesas que solo tú puedes quererte a ti mismo de la manera más real y sincera.

No busques la autoestima en cerebros ajenos, busca el amor propio que se te ha escapado entre los dedos de tus manos.

Amores, dolores y otros desastres naturales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora