Quizá aún no sepa lo que es eso. No se si he podido llegar a conocer a alguien lo suficiente como para saber lo que es en realidad lo que todos denominan amor.
Aún así, de lo que estoy completamente segura es que ese amor duele. No es al que aspiramos todos, que nos hace sentir en las nubes cuando estamos con esa persona, que nos deja una sensación increíble cuando la rozamos. No, ese es el amor fugaz, ese que se queda en nosotros un periodo máximo de un año, y luego se marcha, haciéndonos sentir un extraño vacío en el corazón, ya que notamos su ausencia.
Pero ese no es el amor al que todos deberíamos aspirar. Como bien dijo Nietzsche, la vida es dolor y felicidad, por ello, creo que deberíamos de dejar de perseguir ese amor idealizado que las películas y novelas nos han inculcado desde que empezábamos a ver Disney, ese que nos llena las venas de azúcar y nos hace creen en un futuro imposible.
Deberíamos perseguir el amor real, ese que duele, el que nos hace sentir que realmente estamos vivos, y no en una nube, soñando. Por qué duele, duele ver a la persona a la que quieres no conseguir algo por lo que ha luchado, duele ver a la persona a la que amas sufriendo por motivos ajenos a ti, que no puedes reparar. Duele mucho no poder llegar a un punto intermedio con esa persona con la que querrías compartir muchos momentos de tu vida, y duele mucho más cuando ya no está en tu camino, cuando ya no puedes intentar que deje de sentir ese dolor.
La vida nos ha dolido desde que pusimos un pie en este mundo, y si ella duele, ¿por qué nos han enseñado que el amor no? Es uno de los pilares fundamentales de nuestra existencia, por el estamos aquí, y por el viviremos experiencias aterradoras y maravillosas.
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Amores, dolores y otros desastres naturales.
PoésieCuando empiezas a romantizar tus pensamientos y sentimientos frente a una hoja de papel, estos se vuelven mucho más bonitos y/o más dolorosos que antes. Es entonces cuanto tú obra más personal sale a la luz. Y esta es la mía.