Capítulo 4

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Me encontraba parada frente a la ventana mirando a la nada, desde hace poco más de tres semanas que no salía de mi habitación, después de todo el drama que se formó en aquella cena la casa se había convertido en un cementerio pues siempre reinaba el silencio que ocasionalmente se rompía por las visitas de viejas amigas que venían a verme; Randy se la pasaba en la oficina evitando así estar aquí mientras que mamá decidió respetar mi espacio; agradecía que Ethan dejara la casa dándome espacio, fue muy placentero verlo arrodillado frente a mi pidiendo perdón, diciendo que cometió un error pero que me amaba como a nadie mientras Adriana se encontraba a sus espaldas llena de furia pero sin poder hacer nada; estar en esta situación me hacía sentir muy poderosa

Y aunque Ethan se había marchado de esta casa no dejaba pasar la oportunidad de venir a tratar de hablar conmigo, usando pretextos absurdos como haber olvidado sus calcetines favoritos; a estas alturas estoy más que segura que Adriana le dio mi mensaje ya que siempre que venía evitaba cualquier contacto con ella a pesar de que Adriana buscaba cualquier pretexto para acercársele; había pensado mucho sobre qué hacer de mi vida viendo la situación en la que estaba, tras meditarlo por muchos días la mejor opción que pude encontrar era volver con la abuela, al menos haya podía estar en paz y me sería fácil encontrar trabajo; ciertamente California era un buen lugar para vivir, la poca familia que estaba ahí eran fáciles de sobrellevar, nadie se metía en tus asuntos algo que agradecía bastante; unos golpes en mi puerta hacen que salga de mis pensamientos

– Cariño, te buscan

– Ahora bajo

Escucho como los pasos de mi madre se alejan de mi habitación, juntando toda mi voluntad emprendo mi tortuoso camino a la sala, aun me es difícil bajar las escaleras sin sentir dolor pero de cierta forma es mi manera de reprenderme por haber sido tan ciega e idiota estos dos años, a mitad de los escalones quiero darme por vencida pero el pensamiento de que alguien me espera me hace esforzarme más, estoy casi segura que Bonny es la persona que me espera en la sala, desde que se enteró del accidente ha venido a diario, estamos retomando la amistad que dejamos cuando me fui de aquí; sin embargo al llegar a la sala me encuentro a un hombre en silla de ruedas

– Buenas tardes – saludo al desconocido – ¿Es usted quien me busca?

– ¿Eres Alexa Howard?

– Así es – me acerco al sofá individual sentándome ahí para descansar – perdón la indiscreción pero ¿Quién es usted?

– Admes Georgiou

Me sorprende ver al hombre que salve, conozco muy bien su nombre ya que lo he escuchado infinidad de veces en estas semanas pero no lograba recordar su rostro; me siento feliz de verlo mejor, hace una semana que fui al hospital a que me sacaran el tornillo pregunte por su estado, sin embargo no pude obtener información ya que no soy su familiar; los nervios se apoderan de mi sistema, sin saber que hacer o decir le sonrío levemente, desde que abandone el hospital he pensado en todo incluyendo el incidente del parque pero nada más ha venido a mi mente, quizás él quiera saber lo que paso y yo no tengo respuestas; esta situación es sumamente incomoda y parece que él lo nota

– Quería agradecerte por ayudarme

– No fue nada

– Fue todo, sin ti estaría muerto e incluso resultaste lastimada a causa mía

– ¿Usted como esta? – Decido cambiar de tema – sus heridas ¿Están mejor?

– Afortunadamente solo fue el susto, las heridas fueron de cierta manera inofensivas ya que no tocaron algún órgano – me regala una sonrisa – ahora debo mantenerme en reposo por algunas semanas más antes de ir a terapia

Las Cadenas De A. [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora